Rigor y diálogo con el mundo a la hora de formar sacerdotes

Comillas acoge un congreso internacional para homenajear a los presbíteros

(Victoria Lara) “La formación de los candidatos al sacerdocio y de los sacerdotes ha de seguir marcada por el rigor, el diálogo crítico y en discernimiento con el mundo moderno, la apertura a las nuevas preguntas y el abordaje realmente interdisciplinar de los diferentes problemas”. Así lo aseguró el general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, durante el congreso internacional que se ha celebrado en Madrid, entre los días 19 y 22 de abril, organizado por la Universidad Pontificia Comillas y con el lema El ser sacerdotal: fundamentos y dimensiones constitutivas.

En su intervención, Nicolás recordó la contribución que Ignacio de Loyola realizó a la reforma del clero. En este sentido, explicó que, para el fundador de la Compañía, el sacerdocio va ligado a la práctica del apostolado, por lo que “el ideal ignaciano no ha perdido nada de actualidad”.

Celo apostólico

A su vez, para san Ignacio, la forma de vida apostólica está vinculada a la pobreza y a la itinerancia misionera. “El celo apostólico –añadió el general– se articula de un modo integral: privilegian todos los ministerios de la Palabra, celebran los sacramentos, pero también practican una amplia y variada gama de obras de misericordia”.

Por su parte, el cardenal Albert Vanhoye, sj, rector emérito del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, al referirse a La identidad del sacerdote según el NT, subrayó dos características esenciales del presbítero que han de ir unidas. La primera, “ha de ser digno de fe”, lo que supone gozar de credibilidad ante Dios y ante los hombres, y de autoridad para poder transmitir la Palabra. La segunda se refiere a la misericordia.

El congreso se clausuraba el jueves 22 de abril con la presencia del cardenal Claudio Hummes, OFM, prefecto de la Congregación para el Clero.

En el nº 2.704 de Vida Nueva.

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