El narcotráfico y la libertad educativa preocupan al Episcopado boliviano

Ambas cuestiones figuraban entre los principales temas debatidos en su reciente Asamblea Plenaria, celebrada en Cochabamba

(Ronald Grebe– La Paz) Al concluir su 89ª Asamblea Plenaria, los obispos de Bolivia emitieron un mensaje al Pueblo de Dios en el que demandan acciones urgentes para combatir el narcotráfico, buscar la reconciliación entre los nueve millones de bolivianos, detener la manipulación judicial y garantizar la libertad de la educación. El texto aborda, además, otros temas, como la situación del país tras las elecciones departamentales y municipales del 4 de abril, el panorama de la educación católica y la Cumbre del cambio climático.

Los prelados invitan a las autoridades y a todos los ciudadanos e instituciones a “combatir, sin escatimar esfuerzos, el creciente flagelo del narcotráfico, la producción y consumo de drogas, que tanto daño hacen a los jóvenes y a la sociedad”. Este llamamiento se produce en un contexto de denuncia de nuevos hallazgos de fábricas de drogas y cuando se investiga a un cártel boliviano-noruego. Según datos del Viceministerio de Defensa Social, desde enero al pasado 13 de abril, se destruyeron 11 toneladas de cocaína y 867 toneladas de marihuana, y la policía procedió, en los últimos tres meses y 15 días, a la detención de 1.009 personas vinculadas con la producción y/o tráfico de drogas.

La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), reunida del 16 al 20 de abril en Cochabamba, reclamó también autonomía de poderes en el sistema judicial, “para establecer la verdad de los hechos y determinar de forma objetiva e imparcial responsabilidades, porque se multiplican hechos de manipulación de la justicia, provocando un ambiente de sospecha y persecución que atemoriza a los ciudadanos, además de ahondar la desconfianza en los organismos judiciales”. Esta observación episcopal coincide con el reciente nombramiento desde el Poder Ejecutivo, mediante Ley Transitoria, de autoridades en el Tribunal Constitucional, el Consejo de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia, aunque estas designaciones tendrán validez sólo hasta fin de año, cuando se elijan a las autoridades titulares.

Los pastores debatieron, asimismo, sobre la necesidad de una mayor responsabilidad en la conservación del medio ambiente. Aquí “la Iglesia quiere ser testimonio de defensa y cuidado de la creación de Dios, como hemos afirmado en las Cartas Pastorales sobre la Tierra, Madre fecunda para todos y el Agua, fuente de vida y don para todos”. En este sentido, los firmantes del documento desean que la I Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, que se acaba de celebrar en Bolivia, contribuya a salvaguardar la naturaleza.

Respeto al Convenio

Por otra parte, el cardenal Julio Terrazas, presidente de la CEB y arzobispo de Santa Cruz, denunció que desde el Gobierno se quieran imponer posiciones y personal en los centros educativos de convenio, vulnerando acuerdos anteriores. “No reconocen –advirtió– nuestro derecho de formar el cuerpo docente en las obras católicas. Con esta manera de actuar se desconoce lo estipulado en el Convenio Marco firmado públicamente entre la Iglesia y el Estado”, texto que, según el Ministerio de Educación, aún sigue analizándose.

Terrazas desveló también que, en los días posteriores a los comicios del pasado 4 de abril, cuando fueron elegidos 337 alcaldes y nueve gobernadores, se constataron “algunos indicios de irregularidades que se dieron, como intolerancias, enfrentamientos verbales y, en algunos casos, acciones violentas”. Situaciones que, a su juicio, necesitan ser “analizadas con sosiego y objetividad por los organismos correspondientes, respondiendo al llamado del pueblo que clama serenidad, responsabilidad y racionalidad, por parte de todos, gobernantes y gobernados”. Por eso, el purpurado exhortó a todas las autoridades elegidas a emprender su tarea “con un espíritu de servicio indistinto, incondicional y honesto donde sus metas sean el bien común, el progreso del país y la pacífica convivencia de todos los ciudadanos”.

En esta misma línea, la CEB insta a los sectores sociales a “dejar de lado las divergencias y deponer actitudes de intransigencia, incentivando el respeto mutuo, el diálogo y la concertación como expresiones de una verdadera y auténtica búsqueda de entendimiento y reconciliación entre los bolivianos, para que, como nos pide el Señor, el perdón venza al odio, y nuestro país logre alcanzar la deseada unión”.

rgrebe@vidanueva.es

En el nº 2.704 de Vida Nueva.

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