Cincuenta años de educación con vocación igualadora

Miles de niños de barrios humildes han estudiado gracias al ‘Silos’ de zaragoza

Silos-Zaragoza(Enrique Abad) Hace 50 años, un canónigo de Zaragoza se percató de una necesidad: la ciudad se expandía por el éxodo rural, un nuevo barrio estaba naciendo en la margen derecha del Ebro. Junto a las huertas comenzaron a construirse casas. Ese canónigo, D. Julián Matute, se dio cuenta de que no había ningún centro educativo para los niños que llegaban al barrio de Las Fuentes, que acogió al personal del tranvía y a quienes emigraban del campo a la ciudad en busca de una vida mejor. Lo que comenzó como una guardería para que las madres pudieran dejar a los más pequeños e ir a trabajar, fue creciendo hasta adquirir proporciones titánicas.

Silos-Zaragoza-2El centro educativo llegó a convertirse en uno de los más grandes de Europa, con más de 6.700 alumnos. El propio D. Julián ejerció las funciones de director durante muchos años y, aún después de jubilado, seguía acudiendo todos los días al colegio Santo Domingo de Silos, o el Silos, como familiarmente se le conoce. El colegio se llamó así, pues el canónigo encomendó su obra al patrocinio del santo riojano, de quien era paisano y con cuyo monasterio quiso mantener una estrecha relación.

Silos-Zaragoza-3La idea original se fue ampliando conforme lo hacía la demanda. Actualmente, la Obra Diocesana Santo Domingo de Silos cuenta con unos 2.600 alumnos distribuidos desde Educación Infantil hasta Ciclos Formativos, pasando por toda la educación obligatoria y diversos programas como los de cualificación profesional inicial (PCPI). El espíritu inicial de atender a las necesidades de la zona sigue vivo, y con motivo de este aniversario, pretenden conseguir aulas de nueva planta en Educación Infantil (para niños de 0 a 3 años), la renovación de sus zonas deportivas y la remodelación de alguno de sus espacios. Ese mismo espíritu impulsa prácticamente todas las actividades y propuestas que se llevan a cabo en el centro. Y queda manifiesto en la sintonía que existe entre las instituciones vecinales, locales y el colegio.

Silos-Zaragoza-4Cincuenta años dan para mucho: desde el comienzo con una pequeña comunidad de once religiosas avemarianas (Operarias del Divino Maestro), pasando por la incorporación de los Hermanos Gabrielistas, hasta la llegada de profesores seglares al claustro. Desde la separación de niños y niñas en diferentes zonas hasta su integración en las mismas aulas. Desde la Ley de Villar Palasí hasta la actual LOE. Desde la dictadura hasta la democracia. De un alumnado procedente del éxodo rural al procedente de la inmigración. Durante todos estos años, el Silos ha sido el centro de la vida del barrio, contando con formación para adultos cuando cerraba sus aulas a los niños, abriendo las puertas para que el salón de actos se convierta en un cine de barrio, poniendo a disposición de todos sus instalaciones…

Pasaporte de futuro

Silos-Zaragoza-5Durante estos 50 años, muchos chicos y chicas han comenzado sus primeras letras en el Jardín de Infancia del colegio, y han salido de él para ir a la universidad o para empezar en un trabajo. Otros muchos han conseguido su título de Bachillerato elemental, pasaporte en las décadas de los años 60 y 70 para acceder a determinados empleos. De no existir el Silos, la inmensa mayoría de los jóvenes de este barrio no hubieran podido cursar estudios en igualdad de condiciones con otros chicos y chicas de la ciudad. Justo es reconocerlo, para satisfacción de quienes hicieron posible esta tarea. Hay quienes cifran el número de alumnos que han pasado por la Obra Diocesana en 30.000.

Silos-Zaragoza-6Pero lo importante no son las cifras. Lo importante en el ideario de este centro son las personas. Una alumna de 2º de Bachillerato lo explica así: “Yo creí que aquí iba a ser un número y que los profesores iban a pasar de ti, cosa que me aterrorizaba, pero pronto comprobé que eras una persona con nombre y apellidos, tanto por parte de los profesores como de los jefes de estudios; nunca se me olvidará que el jefe de estudios nos llamaba por nuestro nombre aun siendo gente nueva… Son detalles como éste los que te dan confianza, ya que te das cuenta de que este gran edificio alberga en realidad una gran familia…”.

Silos-Zaragoza-7Como éste, son muchísimos los testimonios de quienes agradecen al Silos la posibilidad de haber recibido una formación procediendo de familias humildes. Un ex alumno, que hoy es además profesor, recuerda la radicalidad de los métodos docentes que a él le tocó vivir, pero a pesar de ello es consciente de que, de no ser por la obra que llevó a cabo D. Julián Matute, no habría podido acceder a una formación de calidad, una formación que le transmitió valores de responsabilidad en el trabajo, de esfuerzo, de superación, de respeto por la vida, de solidaridad y de relación con la trascendencia, que recoge el ideario del centro entre otros muchos.

De manera resumida, este colegio busca la maduración de la persona para integrarse en la sociedad, con una visión de la vida fundamentada en los valores cristianos, y propone una síntesis entre fe, cultura y vida.

Silos-Zaragoza-8La oferta educativa que mantiene en la actualidad no se limita a lo académico; contrariamente a lo que se pueda creer, la magnitud del colegio no es ni mucho menos un inconveniente, sino al contrario, pues supone una gran ventaja en cuanto a la cantidad de itinerarios, asignaturas optativas, programas educativos, servicios, actividades complementarias, actividades extraescolares, deportes e instalaciones de los que dispone. Por poner un ejemplo, en el ámbito deportivo existe un gran número de equipos federados (sólo en fútbol, hay 17, y de todas las edades), el Área Deportiva tiene 20.000 metros cuadrados y anualmente se celebra un cross con 1.000 participantes, así como la llamada ‘Carrera del Chupete’, exclusivamente para niños y niñas de Educación Infantil.

Enseñanza integral

Silos-Zaragoza-9Lo mismo se puede afirmar con respecto a las actividades extraescolares y de tiempo libre. Aquí nació el Grupo Astronómico Silos, compuesto por alumnos, antiguos alumnos y profesores que siguen proporcionando información a entidades especializadas en la observación y estudio del Sistema Solar. Aquí nació también el Club de Tiempo Libre Alborada, que sigue ofreciendo una interesante oferta lúdica durante todo el año para unos 200 niños, en el campo de la educación no formal. Y aquí, finalmente, desarrolla su actividad la Agrupación Deportiva, con más de 500 alumnos. Los números son reveladores de toda esta labor.

Silos-Zaragoza-10El actual director del colegio, Emilio Aznar, sacerdote diocesano, explica a Vida Nueva que el centro pertenece a la Red Aragonesa de Escuelas promotoras de la salud, contando con asistencia médica y psicopedagógica en el propio centro durante todo el horario escolar; además, desde el año 2003 tienen la Certificación de Calidad ISO-9001 en los Módulos Formativos. Y, entre otros datos, señala que el 18% de los alumnos son inmigrantes de 24 nacionalidades distintas.

El espíritu con el que se fundó la Obra Diocesana ha permanecido a lo largo del tiempo. Uno de sus aspectos más destacables, la cualificación para la vida laboral, sigue vivo en los diferentes Ciclos Formativos que se imparten; sus puertas siguen estando abiertas fuera del horario escolar para múltiples actividades; sus alumnos de Bachillerato siguen destacando en la universidad.
La proyección de esta Obra Diocesana sigue siendo preparar a un barrio de origen humilde para los retos de la sociedad actual desde valores cristianos.

 

Actos y homenajes

En el marco de las celebraciones por el 50º aniversario del Colegio Santo Domingo de Silos, se ha preparado una serie de actos que incluyen conferencias, mesas redondas y hasta excursiones. El acto inaugural tuvo lugar el 21 de octubre, y una semana después, el día 28, la Basílica de Nuestra Señora del Pilar acogió una celebración eucarística presidida por el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, y concelebrada por Manuel Almor, actual deán del Cabildo Metropolitano y delegado episcopal de Enseñanza, quien durante 26 de estos 50 años ha estado al frente del colegio. Por esta amplia trayectoria, el sacerdote recibió un homenaje por parte del colegio. Además, el centro no podía dejar pasar la ocasión del medio siglo sin recordar la figura de su promotor, D. Julián Matute, a quien se le ha dedicado un busto en el vestíbulo del colegio.

En el nº 2.694 de Vida Nueva.

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