Los cristianos de Senegal, “humillados” por el presidente

(M. Gómez) Herida y humillada. Así es como se siente la comunidad cristiana de Senegal, después de las declaraciones “desafectas, excesivas y ofensivas” del presidente del país, Abdoulaye Wade, quien el pasado 28 de diciembre, en un acto con cerca de 4.000 profesores que apoyan su candidatura para las elecciones de 2012, vino a despreciar o a burlarse de que los cristianos recen en las iglesias a figuras que representan a “Jesucristo, que no es Dios”.

Tras mantener una reunión con obispos y organizaciones eclesiales, el cardenal Théodore Sarr, arzobispo de Dakar, lamentó que el jefe de Estado, musulmán, haya manifestado este “desinterés” por los católicos, una “comunidad comprometida por el mayor bienestar de todos los senegaleses”. “Heridos y humillados, nos reunimos por los riesgos de divisiones que tales declaraciones podrían engendrar en una comunidad nacional caracterizada por un entendimiento ejemplar entre cristianos y musulmanes”.

“Los cristianos no adoran estatuas, sino que adoran a un solo Dios”, quiso subrayar el cardenal, para quien “es escandaloso e inadmisible que la divinidad de Jesucristo, corazón de nuestra fe, sea cuestionada y objeto de mofa por la más alta autoridad del Estado”. También partidos de la oposición y varias ONG en Senegal criticaron severamente las palabras de Wade y denunciaron la “instrumentalización política” de la religión.

Esa misma tarde, el presidente trasladaba sus disculpas a los cristianos a través de una delegación oficial, si bien el cardenal le ha conminado a manifestar sus disculpas de manera “pública”.

En el nº 2.690 de Vida Nueva.

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