Compostela llama a quienes quieran revitalizar su fe

El Papa envía un mensaje con motivo de la inauguración del Año Jubilar Compostelano

Año-Santo(J. R. Amor Pan– Santiago de Compostela) Es el tiempo de la gran perdonanza en la capital de Galicia, como señaló Benedicto XVI en el mensaje enviado al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, con ocasión del inicio del Año Jubilar Compostelano, que se celebra bajo el lema Peregrinando hacia la luz. La clave de esta convocatoria  la subrayó con claridad el Papa en ese texto al afirmar que se trata de “una oportunidad particular para que los creyentes recapaciten sobre su genuina vocación a la santidad de vida, se impregnen de la Palabra de Dios, que ilumina e interpela, reconozcan a Cristo, que sale a su encuentro, les acompaña en las vicisitudes de su caminar por el mundo y se entrega a ellos personalmente, sobre todo en la Eucaristía. Pero también los que no tienen fe, o tal vez la han dejado marchitar, tendrán una ocasión singular para recibir el don de Aquél que ilumina a todos los hombres”.

Y es que con la solemne apertura de la Puerta Santa de la catedral de Santiago de Compostela en el atardecer del pasado 31 de diciembre, como cada vez que la festividad del Apóstol (25 de julio) cae en domingo (algo que no volverá a suceder hasta 2021), dio comienzo una nueva llamada a la conversión en la Casa del Señor Santiago, un “Año de gracia del Señor, que nos llama a revitalizar nuestra vida cristiana, suscitando una fuerza de salvación para la nueva humanidad que espera verse liberada de la esclavitud del pecado”, como se encargó de remarcar el arzobispo Julián Barrio Barrio en su homilía.

En el mensaje papal, que fue leído por el nuncio en España, Renzo Fratini,  Benedicto XVI señaló también que “en este Año Santo, en sintonía con el Año Sacerdotal, un papel decisivo corresponde a los presbíteros, cuyo espíritu de acogida y entrega a los fieles y peregrinos ha de ser particularmente generoso (…) Aliento, pues, a los sacerdotes de esa Archidiócesis, así como a los que se sumen a ellos durante este Jubileo y a los de las diócesis por donde pasa el Camino, a prodigarse en la administración de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, pues lo más buscado, lo más preciado y característico del Año Santo es el Perdón y el encuentro con Cristo vivo”. Benedicto XVI volvería a aludir a la apertura de la Puerta Santa en la catedral compostelana en el rezo del Angelus del domingo 3.

Julián Barrio abre la Puerta Santa

Julián Barrio abre la Puerta Santa

Eran las cinco y cuarto cuando, tras los rituales tres golpes con el martillo de plata, el muro de piedras caía y dejaba libre la también llamada Puerta del Perdón. La anécdota la protagonizaría después el presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alberto Núñez Feijoo, quien, a instancias de los periodistas, se agachó para recoger una de las piedras, dando inicio a un nuevo ritual que, confiemos, no tenga continuidad en el futuro, pues tras él fueron numerosas las autoridades que se agacharon a recoger el preciado recuerdo.

Ciertamente, este Año Santo no podía haber comenzado con mejor pie. La intensa lluvia que caía sobre Santiago amainó justo en el momento en que debía iniciarse la procesión presidida por el arzobispo y permitió que la ceremonia religiosa –que por primera vez se celebraba antes de la misa- tuviese lugar en la Plaza de la Quintana con todo el esplendor y riqueza simbólica que la ocasión demandaba, con una vistosa liturgia magníficamente preparada y coordinada por el maestro de ceremonias de la catedral, Juan Filgueiras Fernández. Incluso salió el sol… Simultáneamente, las más de mil campanas de las iglesias de la ciudad y del resto de la diócesis comenzaron a sonar en señal de alegría y buena noticia. “Te Deum laudamus”, cantaron todos los presentes. En el acto, Julián Barrio estuvo arropado por una docena de obispos (varios de ellos, extranjeros). Si bien destacó la ausencia del presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio Mª Rouco Varela, y del ministro general de los Franciscanos, José Rodríguez Carballo, casi dos centenares de sacerdotes y varios miles de fieles aguantaron con devoción absolutamente encomiable las inclemencias climatológicas. Participaron también, entre otras autoridades y representantes sociales, buena parte del actual Gobierno autonómico, el ministro de Fomento, el gallego José Blanco, así como el ex presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne.

El arzobispo de Santiago destacó en su homilía que, “frente a la cultura del gran vacío que despersonaliza, se nos llama a afirmar la presencia de Dios que siempre humaniza y a reconocer a Cristo, quien peregrina a nuestro lado como lo hizo con los discípulos de Emaús”. El prelado recordó también con claridad ante todos los asistentes que “Cristo es la novedad de la Iglesia, es nuestra novedad que nos compromete a mirar el rostro de las personas, no para considerarlas como material de descarte, sino para hacer propio el drama de muchas de ellas, sabiendo que con Dios podemos construir una sociedad para todos y que sin Dios todo se convierte en objeto de compraventa”.

Despertar religioso

El presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, y detrás, el ministro José Blanco

El presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, y detrás, el ministro José Blanco

El Año Santo, prosiguió el arzobispo, “nos invita a despertar nuestra religiosidad para reconocer los dones de Dios y desplegar el gozo de ser semillas de una nueva creación, siendo signo de esperanza en la sociedad actual y respondiendo a nuestra vocación de eternidad y a la llamada irrenunciable a la santidad para no frustrar la gracia de la salvación en nuestras vidas”, una idea sobre la que ha venido insistiendo a lo largo de estos dos últimos años de preparativos, tratando de preservar el carácter netamente espiritual de la peregrinación a Santiago frente a otros intereses espurios que pudiesen desnaturalizarla, y tratando, asimismo, de movilizar a sus diocesanos para que sean ellos los primeros en verse favorecidos por las gracias jubilares.

Por otra parte, hay que destacar que la Oficina de Peregrinaciones cerró el año 2009 con un total de 145.877 acreditaciones, un 16,6% más que en 2008. Del total, llegaron andando 120.605, mientras que 24.892 lo hicieron en bicicleta, 341 a caballo y 39 en silla de ruedas. A los peregrinos que entraron en Galicia en los últimos días, la nieve, la lluvia y el viento no se lo puso nada fácil, con puentes sobrepasados por el agua y una sensación térmica mucho más baja de lo que marcaban los termómetros. Sin embargo, nada está impidiendo que éste sea el enero santo en el que más personas están haciendo ya el Camino hacia la Tumba del Apóstol Santiago, a tenor de las cifras registradas en los tres primeros días del mes. Evidentemente, algo mucho más fuerte que el espíritu de aventura y de contacto con la naturaleza está detrás de semejante esfuerzo…

TRES DÍAS INTENSOS CON EL NUNCIO

No fue ésta una visita fugaz del nuevo Nuncio en España a Santiago de Compostela. Y es que Renzo Fratini no sólo asistió a la apertura de la Puerta Santa y leyó el mensaje del Santo Padre redactado para la ocasión, sino que, además, presidió la primera misa del peregrino al día siguiente e inauguró en el segundo día del año una avenida compostelana dedicada a Juan Pablo II. Fueron tres días intensos y extensos que, sin duda, habrán dado para hablar de muchos y variados asuntos con el arzobispo Julián Barrio…

jramor@vidanueva.es

En el nº 2.690 de Vida Nueva.

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