Los fieles deben implicarse más con la Iglesia Diocesana

(M. Á. M.) Con motivo de la celebración, el domingo 15 de noviembre, del Día de la Iglesia Diocesana, han sido varios los obispos que se han dirigido a sus fieles para potenciar la conciencia de constituir una comunidad particular dentro de la Iglesia universal. En este sentido se desarrolla la carta pastoral del obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, quien asegura que el “amor a la Iglesia” ha de iniciarse a través de la Diócesis. Consecuentemente, tal sentimiento “debe traducirse en compromiso de colaboración en el progreso y desarrollo” de la misma, implicándose “activamente, en la medida de sus posibilidades, en la vida y misión de la Iglesia diocesana”. Como parte de esa colaboración, Ceballos apunta también la ayuda económica.

El prelado de Ciudad Real, Antonio Algora, articula su misiva a partir del lema de esta Jornada: Somos parte de un Iglesia que acompaña y ayuda. Participa. Haciendo hincapié en la interpelación final, denuncia cierta apatía en el compromiso de los fieles: “Quizá por ser mayoritario, el catolicismo español ha sufrido y padece, hoy también, una inercia indolente que cede y descansa responsabilidades a los demás”. Quienes así actúan, “se pierden la riqueza de la vida de la Iglesia (…). No pasan de dar algunas monedas, porque no ‘participan’ (…) en la cercanía de la comunidad eclesial y en la alegría de las realizaciones, bien prácticas y concretas, que remedian necesidades, sí, pero que, sobre todo, levantan al caído a la dignidad de hijo de Dios con la cabeza, el corazón y las manos empleados en el oficio del testigo que forma parte de la Iglesia”.

Con la vista en la “profunda crisis económica”, el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, llama a hacer un esfuerzo dentro de la Diócesis para poder ofrecer “una respuesta adecuada” a “quienes acuden a la Iglesia buscando ayuda”. De este modo, concluye, se expresaría claramente el “compromiso eclesial”.

En el nº 2.683 de Vida Nueva.

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