Celli apoya en Cuba el acceso de la Iglesia a los medios

El arzobispo presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, de visita en la isla

Claudio Maria Celli y el cardenal de La Habana, Jaime Ortega

Claudio Maria Celli y el cardenal de La Habana, Jaime Ortega

(Araceli Cantero Guibert. Miami- Fotos: Raúl Panellas y EFE) Antes de que el arzobispo Claudio Maria Celli dejara Cuba, las informaciones y fotografías de su visita pastoral a la Isla, del 4 al 8 de noviembre, ya estaban siendo publicadas en la página web (www.iglesiacubana.org) que mantiene la Conferencia de Obispos Católicos Cubanos (COCC). Este hecho es una muestra de los pasos que va dando la Iglesia en el uso de las nuevas tecnologías en un país en donde los medios de comunicación son propiedad del Estado y la mayoría de los ciudadanos no tiene acceso a Internet.

Durante su visita de cuatro días a La Habana, el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales participó en la Asamblea Plenaria de los obispos cubanos, visitó el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, concelebró en la Eucaristía de presentación al pueblo del nuevo nuncio apostólico en Cuba, Angelo Becciu (ver recuadro), y se dirigió a comunicadores católicos, reunidos en su Asamblea nacional.

Celli también ofreció una conferencia pública sobre Iglesia, comunicación y cultura digital y se entrevistó con el viceministro primero de Informática y Comunicaciones de Cuba, Ramón Linares; el presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión, Ernesto López; y con Carlos Samper, de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, a quienes pidió un mayor acceso para la Iglesia en los medios cubanos. “Les he expresado algunos deseos y he encontrado una acogida cordial; un deseo de que la Iglesia cubana pueda tener un acceso más normal a los medios de comunicación”, señaló el arzobispo a la agencia EFE. Aunque, como ya había advertido a su llegada, “como presidente del Pontificio Consejo, no me pertenece a mí encontrar soluciones concretas, sino a los señores obispos, que dialogan con las autoridades”.

Frutos del diálogo

En este diálogo, la Iglesia católica ha logrado algunas intervenciones en la radio y crear páginas en Internet en instituciones como la COCC, el Arzobispado de La Habana, la diócesis de Pinar del Río, el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre y el Centro de Bioética Juan Pablo II, y para las revistas Palabra Nueva y Espacio Laical. Últimamente, se ha creado el blog Creer en Cuba, auspiciado por la RIIAL-Cuba. Además, desde mediados de los años 90, en que se creó un Departamento de Informática en la COCC, con el apoyo de la Nunciatura Apostólica se han ido introduciendo medios informáticos en obispados y parroquias de forma gradual. Esto ha facilitado la creación e impresión de boletines y revistas y la posibilidad de establecer una red de correo electrónico en la que las computadoras se conectan entre sí a través de módems telefónicos, posibilitando el acceso al correo electrónico a sacerdotes, religiosas y laicos que trabajan en la pastoral. Recientemente, esta red se ha conectado al proveedor estatal de Internet.

Durante su conferencia en la iglesia de Santa Catalina de Siena, el día 6, Celli ofreció una panorámica de la “cultura digital, que ha generado un ecosistema comunicativo envolvente y complejo”. Una cultura que describió como “multimediática y flexible, des-localizada y portátil, a-temporánea, conectiva e interactiva, omnipresente e invidente”.

Se refirió, asimismo, a las posibilidades que las tecnologías  modernas ofrecen al crecimiento de las bitácoras o blogs en Internet, y mencionó el Premio Ortega y Gasset otorgado al blog Generación Y (http://www.desdecuba.com/generaciony) creado en Cuba, sin nombrar a su autora, Yoani Sánchez, quien ese mismo día era retenida y golpeada por varios hombres en plena capital, como ella misma ha contado luego en su rincón digital.

Celli-en-una-conferenciaCelli reconoció que en Cuba “el acceso a las nuevas tecnologías de comunicación es un proceso relativamente nuevo y todavía minoritario y, aunque hubo televisión y telefonía de conmutación automática incluso antes que en Europa, existen aún muchas limitaciones en el acceso a Internet y a la telefonía celular”. Sin embargo, el ponente sostuvo ante su auditorio que “es previsible que, al igual que en otras zonas del mundo, se vayan incorporando estas tecnologías de manera gradual al uso normal de los ciudadanos… Y este proceso tendrá que encontrar a la Iglesia preparada para ello, no deberá dejarse tomar por sorpresa”. Para lo cual, él mismo ofreció tres pistas de acción:

  • Seguir impulsando a todos los niveles la formación en comunicación: percepción crítica de los medios y la edu-comunicación en la instrucción infantil y juvenil; expresión audiovisual y multimediática de agentes de pastoral, también de la comunicación en red; sin olvidar la urgente formación de los futuros presbíteros en el seminario, y de los obispos en ejercicio, para que esta cultura no sea ajena a la Iglesia, sino que pueda hacer presente el rostro de Cristo también en este nuevo territorio.
  • Aunque parezca lo contrario, en la cultura digital lo importante no es la tecnología, sino las personas capaces de expresar bien los contenidos en esos nuevos formatos. ¡Convoquemos a los creativos, artistas y jóvenes católicos! Una formación adecuada puede ser un semillero de vocaciones para ser misioneros en esta cultura comunicativa.
  • Abandonar el aislamiento en que tantas veces se trabaja, incluso con la mejor voluntad, pero ignorando las demás iniciativas católicas. Una articulación y mutuo conocimiento, con servicios comunes a todos (trabajo en red), no quita visibilidad a cada iniciativa, sino que le da una visibilidad corporativa.

Referencia ética

Los comunicadores católicos le presentaron al arzobispo italiano sus trabajos y dificultades, y él les recordó que los medios son esenciales para el progreso del bien (ethos), por lo que han de tener una referencia ética. Pues, aunque el uso de la tecnología es importante, las máquinas y redes no comunican por sí solas; son las personas las que se comunican a través de ellas. “No comunicamos sólo informaciones, debemos construir relaciones”, dijo. Y les instó a vivir “una ‘diakonia de la cultura’, un servicio que anime y transforme a la luz del Evangelio las formas de pensar, sentir y vivir de las personas”.

Sobre la reunión de los obispos cubanos, un participante indicó para Vida Nueva que “no ha habido nada especial de nuestra Asamblea Plenaria”, refiriéndose a que no se ha hecho ningún comunicado. Además del encuentro con Celli, los prelados tuvieron otro con el padre Joaquín Alliende, presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

PRESENTACIÓN DEL NUEVO NUNCIO

Angelo-BecciuAl presentarse al pueblo cubano en la catedral de La Habana, el nuevo nuncio apostólico en el país, el arzobispo Angelo Becciu, reconoció que “los cristianos del mundo conocen a los de Cuba, rezan por ellos y les ven con admiración por el ejemplo de fortaleza, paciencia y perseverancia que ofrecen desde hace mucho tiempo”.

Durante su homilía, el pasado 4 de noviembre, Becciu subrayó su compromiso de servicio y, ante todos los obispos de Cuba reunidos junto al pueblo que abarrotaba el templo, proclamó: “Con gusto consumiré mis fuerzas ofreciendo mi colaboración para que la Iglesia que está en Cuba siga brillando por su histórica fidelidad, también en los momentos más duros, y por su intacta comunión con el Obispo de Roma”.

Agradeciendo la acogida dispensada, el nuevo enviado papal quiso rendir honor a este país cuya historia, cultura, arte, paisajes y sentido de la hospitalidad lo han hecho “célebre en el mundo”, e invitó a la Iglesia en la Isla a fomentar la virtud de la esperanza, porque es ésta “la efigie que tendrá que distinguir la acción y el estado de ánimo de los cristianos cubanos”.

En el nº 2.683 de Vida Nueva.

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