(Vida Nueva) La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHA) acaba de denunciar que, entre enero y septiembre de este año, han sido asesinados en el país centroamericano 400 menores. Una trágica estadística, que refleja la “cultura de violencia e intolerancia por la integridad personal” que sufren sus habitantes, la misma que llama a poner fin este enésimo reclamo de la Iglesia.
Según el informe de la ODHA difundido por la agencia EFE, “de los 400 menores asesinados entre enero y septiembre pasado, el 52% de ellos falleció víctima de arma de fuego”. Esta cifra representa un incremento con respecto a 2008, cuando “fueron asesinados al menos 493 niños”. Durante los nueve primeros meses de este año, “se registró un promedio de 1,46 muertes de menores diarias,
muy similar al 1,5 que hubo en el mismo período de 2008”, detalla la misma fuente haciéndose eco del citado informe.
El coordinador del Área de Cultura y Paz de la ODHA, Carlos Chacón, recordó que estos datos “representan un panorama ‘desesperanzador’, porque los niños deberían estar en centros educativos, y no en las calles”. Y es que, según las autoridades, Guatemala registra un promedio de 17 asesinatos al día, la mayoría atribuidos a las temidas pandillas juveniles (maras) y al crimen organizado relacionado con el narcotráfico.
En el nº 2.680 de Vida Nueva.
