Alberto Iniesta: “Esperamos que algún día se comprenda la gravedad del aborto y se recitifique”

La multitudinaria manifestación del sábado en Madrid pide al Gobierno la retirada de la Ley

manifestacion-17O(Vida Nueva) “Con el proyecto de ley sobre el aborto, en España se han levantado las alarmas de que aún empeore todavía más la situación. Lo curioso es que la gente piensa que esto de los abortos es un problema de los católicos y sus creencias. Por el contrario, es una responsabilidad de toda la sociedad”, señala Alberto Iniesta en su columna del próximo número de Vida Nueva. El obispo auxiliar emérito de Madrid muestra su esperanza en que “algún día se comprenda la gravedad de esta injusticia y se rectifique y corrija para siempre, como sucedió con el asunto de la libertad, al que hoy somos tan sensibles, con razón”.

Con el título de “Insolidario aborto”, quien fuera auxiliar del cardenal Tarancón,  considera “una pena y una vergüenza que haya muchas mujeres que deciden eliminar al hijo en la cuna de su vientre, al mismo tiempo que muchas parejas tienen que recorrer un largo camino de burocracia, gestiones y viajes a lejanos países para conseguir algún niño o niña en adopción”.

Manifestación festiva

En este sentido, el pasado sábado 17 tuvo lugar en Madrid la manifestación que, convocada por más de cuarenta colectivos –varios de ellos cristianos–, pidió al Gobierno la marcha atrás de la reforma de la Ley del Aborto que actualmente se está tramitando. Más allá de la habitual guerra de cifras –los organizadores hablaban de dos millones de personas y fuentes policiales rebajaban la cifra a 250.000– la concentración fue multitudinaria, llenando el trazado entre Sol y la Puerta de Alcalá durante más de dos horas.

Muy destacable resultó el ambiente pacífico, festivo y familiar, alejado de cualquier modo de tensión. Sin la presencia de ningún obispo, la gran mayoría de los presentes venían movilizados desde sus respectivas diócesis, abarcando todo el mapa nacional, incluyendo las insulares Canarias y Baleares.

Más información en la próxima edición impresa de Vida Nueva (nº 2.680) y en www.vidanueva.es

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