Sacerdotes de Cádiz y Ceuta serán destinados a Tánger

(M. Á. Malavia) En un claro paso hacia una mayor colaboración práctica de dos comunidades que comparten el mismo contexto y las mismas preocupaciones, la diócesis de Cádiz y Ceuta y la archidiócesis de Tánger firmaron, el pasado domingo 4 de octubre, un convenio de cooperación. En virtud del acuerdo, varios sacerdotes de la diócesis española serán destinados a la tangerina. Para evidenciar de un modo simbólico la satisfacción por este convenio, justo antes de su firma tuvo lugar en la catedral de Tánger una Eucaristía que fue concelebrada por Santiago Agrelo, arzobispo local, y Antonio Ceballos, obispo de Cádiz y Ceuta.

Para coordinar esta acción pastoral, el prelado Antonio Ceballos ha designado al vicario de Ceuta, Francisco Correro, así como al canónigo de la catedral ceutí, Pedro Durán. En ambos casos, tal y como aclara un comunicado del Obispado, seguirán ocupando sus actuales responsabilidades locales, aunándolas con sus nuevas funciones en Tánger.

Según fuentes diocesanas, los dos sacerdotes desempeñarán su labor en territorio marroquí al menos durante un periodo de cinco años.

La idea, pese a que aún no existe un plan concreto, es que cada año sean más curas de Cádiz y Ceuta los que se incorporen a la iniciativa.

Según esas mismas fuentes, el proyecto habría partido del prelado Santiago Agrelo, quien, ante la falta de vocaciones y la escasez de templos cristianos en su diócesis, habría solicitado en los últimos años una mayor implicación de su diócesis vecina. Antonio Ceballos, quien siempre habría mostrado su disposición de ayudar, sería el que habría encontrado esta solución como un modo eficaz de revitalizar las comunidades cristianas presentes en Tánger, siempre en minoría (un 0,6% del total) en un país como Marruecos, en el que el 98,3% de la población es musulmana.

También se habría estudiado la posibilidad de que sea una colaboración retroactiva, considerándose la opción de que sacerdotes de Tánger pasaran un tiempo en Cádiz y Ceuta. Al parecer, la falta de efectivos sería el principal inconveniente en este sentido.

En el nº 2.678 de Vida Nueva.

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