La formación del laicado, reto para la nueva Acción Católica

El movimiento, recién unificado, inicia su andadura “Abriendo caminos de esperanza”

Presentación-ACG(Victoria Lara) Conscientes de que “no podemos seguir evangelizando sin estar unidos”, de que actualmente “no existe integración entre la fe, la vida y la evangelización” de muchos laicos cristianos y ante las dificultades que venían encontrando para extenderse en las distintas diócesis, la nueva Acción Católica General (ACG) –constituida como fruto de la fusión de los Jóvenes de Acción Católica, el Movimiento Junior de Acción Católica y la Acción Católica General de Adultos, en la Asamblea celebrada en Cheste (Valencia) el verano pasado– ha iniciado su andadura en sus tres sectores: el de adultos, el de jóvenes y el de niños, con un gran reto: la formación del laicado, tal y como pusieron de manifiesto sus miembros en la presentación a los medios de comunicación del movimiento, que tuvo lugar el pasado 6 de octubre en Madrid.

En ello incidió Atilano Rodríguez, obispo de Ciudad Rodrigo y consiliario de la Acción Católica Española –en la que está integrada la ACG junto a los movimientos dedicados al mundo rural, obrero, estudiantil o profesional–, quien considera que existe actualmente una gran división entre la práctica religiosa y la vida cotidiana, lo cual “se debe a un déficit muy importante en la formación del laicado español”. Según Rodríguez, “tenemos claro que sin una vida de oración y sin un apoyo entre los miembros del movimiento, no se puede evangelizar. Esto tiene que ser la piedra angular de la dinamización y del funcionamiento de los movimientos”. Asimismo, se mostró consciente de que el proceso de unificación que acaba de concluir “va a suponer un paso muy importante para que en las parroquias exista una coordinación, pero también supondrá un impulso al apostolado de los laicos”.

El presidente general de ACG, Higinio Junquera, también insistió en el objetivo inmediato de acompañar el proceso de formación en la fe del laicado, “pero con el fin de que conozcan a Jesucristo; no necesariamente tienen que acabar formando parte de Acción Católica”.

Por su parte, el consiliario general de ACG, José Manuel Marhuenda, observó que, en los últimos años, se ha producido una “ruptura de las diferentes creencias” y que la sociedad española “ha experimentado muchos cambios; muchos católicos se han alejado de la Iglesia, y esto exige una nueva evangelización”. En su opinión, para los cristianos, la clave está en “ser personas normales, pero hacernos significativos desde el punto de vista de la fe”. En cuanto a las dificultades que la Acción Católica ha encontrado para establecerse en algunas parroquias, Marhuenda explicó que, en muchos casos, se han debido a “prejuicios, porque los párrocos no ha visto lo que se progresado en Acción Católica”, o por “desconocimiento”.

Abriendo caminos de esperanza fue el lema de la Asamblea Constituyente de la ACG, de la que salieron los objetivos prioritarios para los próximos cuatro años en los ámbitos parroquial, diocesano y general. Entre esos objetivos está el de la extensión del movimiento, el acompañamiento espiritual y humano a los miembros de ACG, la formación, la integración en las comunidades parroquiales, el compromiso cristiano, la organización y la presencia pública.

Gente que “arrolle”

En lo que se refiere a la situación actual de la Iglesia en España, Higinio Junquera la ve “dejándose llevar”, es decir, “tenemos sentido del deber, pero nos hemos desinflado”. Ante esto, “es necesaria más gente que ‘arrolle’, que cuando te pida ayuda, no puedas decirle que no”. El presidente general de ACG no cree que la palabra adecuada para definir la posición de la Iglesia en la sociedad española sea “perseguida”, pero tiene claro que “el diálogo entre la Iglesia y otras realidades no es el que debería ser”.

I ENCUENTRO GENERAL DE CONSILIARIOS

La localidad madrileña de Galapagar acogió –entre el 14 y el 15 de septiembre– el I Encuentro General de Consiliarios de Acción Católica General, en el que participaron 45 representantes procedentes de 20 diócesis. Fue el primer evento interdiocesano tras la Asamblea de Constitución de ACG celebrada en Cheste (Valencia).

Con el lema El párroco, consiliario habitual de ACG, el encuentro buscaba “avanzar en la toma de conciencia de ser consiliarios de Acción Católica General”; “acompañar la acción conjunta de los tres sectores de ACG”; “conocer instrumentos para trabajar en el Equipo Diocesano de Consiliarios y favorecer la expansión de la Acción Católica General”; y “ofrecer una experiencia de encuentro y fraternidad sacerdotal”.

En el nº 2.678 de Vida Nueva.

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