“El Gobierno no respeta la pluralidad de Perú”

Un trinitario español, mediador en el conflicto indígena de la Amazonía

Andrés-Ferreras-con-los-ind(J. L. Celada) La Declaración del III Encuentro Regional sobre la Amazonía, que acaba de reunir en Manaus (Brasil) a una treintena de obispos, agentes de pastoral y estudiosos de dicha realidad, recoge en uno de sus 15 puntos la necesidad de “acompañar a los pueblos indígenas en la vivencia y expresión de la fe y en su proceso de ser protagonistas de la evangelización y de la transformación desde su historia y sus valores culturales”. Y así es como trata de concebir y vivir su presencia desde hace seis años en la selva peruana, en El Muyo, el trinitario zamorano Andrés Ferreras Román.

Cuatro meses atrás, un enfrentamiento entre indígenas y policías dejó más de 30 muertos en Bagua. Aquel estallido de violencia era el trágico desenlace de una revuelta en contra de varios decretos, aprobados por el Gobierno en el marco del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, que ponían en peligro el territorio y el estilo de vida de los pueblos índigenas. Fue entonces cuando éstos despertaron, “asumiendo la importancia de la Amazonía para ellos y como pulmón del mundo”, reconoce Ferreras, quien admite que se trató de “una respuesta a los decretos gubernamentales, pero también una protesta por la deliberada actuación en la Amazonía en contra de los intereses indígenas, pues no respetan su cultura, su tradición, su forma de vida”.

El religioso español, que ha participado en labores de mediación entre las partes, sostiene que su presencia –como la de otros miembros de la Iglesia– en las negociaciones es “consecuencia” de lo que allí viven a diario con esas comunidades: “No sólo es un trabajo de evangelización –explica–, que también, sino fundamentalmente de desarrollo social y promoción humana. Y fruto de esta implicación directa, surge esta otra mediación”.

Buena noticia

Las conversaciones siguen abiertas. Por ahora, además de derogar varias leyes, el Congreso ha nombrado una Comisión para investigar los sucesos de Bagua, y el Gobierno ha pagado a los indígenas  30.000.000 millones de soles (algo más de siete millones de euros) como guardianes de la Amazonía. “Es una buena noticia y, de alguna manera, el resultado de la presión de las instituciones, entre ellas la Iglesia católica”, se felicita Ferreras.

Aun con todo, comprometido en ese empeño de acompañar la promoción humana y social de aquellas comunidades desde su propia cultura, el misionero trinitario insiste en pedir a las autoridades “respeto para las distintas culturas: ellos son tan peruanos como los limeños o los habitantes de la costa; y el Gobierno debe aceptar esa realidad plural del país”.

En el nº 2.678 de Vida Nueva.

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