(Vida Nueva) “Lo que más nos preocupa de esta reforma, pero en general de la reforma que se está acometiendo en el conjunto de Europa, es que no se avance en la integración de los inmigrantes que ya están aquí. La sociedad es distinta, ya nada es igual de lo que era, y debería avanzarse en esta línea”. Así se expresa, en declaraciones a VN, Gabriel Delgado, director del Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, a propósito de la reforma de la Ley de Extranjería que se está tramitando en el Congreso. La diócesis, uno de los tres pasos fronterizos más importantes del mundo, acoge a personas de más de cien nacionalidades distintas, lo que muestra la “catolicidad” de la Iglesia: “Todos venimos de diferentes lugares, pero todos somos de un solo pueblo”.
Unas mil personas se reunían el 25 de septiembre en la playa de Los Lances de Tarifa para celebrar la vigilia de oración interreligiosa que el Secretariado promueve desde hace 14 años. Presidida por el obispo Antonio Ceballos, éste año se centró en el tema de la crisis: “Los inmigrantes son las primeras víctimas en estos tiempos –explica Delgado–. Además, la crisis está afectando muy duramente al desarrollo de los países de origen de los inmigrantes, y la Iglesia debe alzar su voz. Nosotros no sólo defendemos el derecho a emigrar en condiciones de dignidad, sino que ponemos el acento en el derecho a vivir en la propia patria”.
En el nº 2.676 de Vida Nueva.
