Siete cristianos son decapitados en Somalia

La violencia perpetrada por rebeldes islamistas aviva el conflicto en el país

somalia(María Gómez) El 10 de julio, rebeldes islamistas de Somalia decapitaron a siete personas acusadas de “cristianos” y “espías”, en la ciudad de Baidoa, a unos 250 km. al sur de la capital, Mogadiscio. Igualmente trágica y cruel fue la condena a cuatro varones de entre 18 y 25 años, acusados de robar armas y teléfonos móviles; el 25 de junio, en un campo militar  al noreste de Mogadiscio y ante una multitud de 200 personas, se les amputaron las manos y los pies. Son las últimas atrocidades cometidas, según todas las fuentes, por Al Shabaab, grupo de rebeldes islamistas presuntamente vinculado a Al Qaeda que está aplicando la sharia o ley islámica en las zonas que controlan, al sur del país y en la capital.

Las ejecuciones, amputaciones y azotamientos públicos han provocado la repulsa de los líderes cristianos. “Tenemos que ser la voz de los somalíes contra los abusos. No deberíamos tardar más”, declaró a la agencia Ecumenical News International John Ahmed Abukar, presidente de la Comunidad Cristiana Pequeña Somalia. “El secretario general de la Asociación de Miembros de Conferencias Episcopales de África Oriental (AMECEA), Pius Rutechura, considera que “ningún extremismo, si es en nombre de la religión o las creencias, resuelve el problema. Ninguna medida que dañe la vida humana es aceptable”, informa el servicio de noticias de Africa Files. Para Rutechura, si la comunidad internacional conociera lo que está sucediendo en Somalia, sería más fácil ofrecer ayuda.

Los insurgentes pretenden derrocar al Gobierno de transición instaurado en enero de 2009, que se ha visto obligado a pedir ayuda. Haciendo una excepción al embargo que pesa sobre Somalia desde hace 18 años, los Estados Unidos han enviado 10 millones de dólares en armas, mientras que Kenia y Etiopía han incrementado la vigilancia en la frontera.

Emergencia alimentaria

Desde que una coalición de movimientos militares depuso el régimen de Siad Barre en enero de 1991, el conflicto ha sido casi constante en el país. Y quien más lo ha sufrido ha sido la población: sólo desde 2007 se calcula que han muerto 16.000 civiles en violentos combates, más de un millón de personas se han convertido en refugiados dentro del país (en regiones a las que en ocasiones ni las ONG pueden acceder) y 3,2 millones de personas necesitan urgentemente ayuda alimentaria.

En una entrevista en Radio Vaticana el 11 de julio, el vicepresidente del Europarlamento, Mario Mauro, advertía que las “lógicas geoestratégicas afectan finalmente a los últimos pobres y, entre estos, a los últimos de los últimos, que en este caso son los cristianos”.

En el nº 2.669 de Vida Nueva.

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