Blázquez pide la unidad de todos contra ETA

La Iglesia vasca condena con dureza el asesinato del policía Eduardo Puelles

funeral-garcia-puelles(Miguel Ángel Malavia) Debemos decir todos un no rotundo e inequívoco al terrorismo”, puesto que “la unidad clara y perseverante contra la organización terrorista es condición eficaz para vencerla pronto”. Con esta apelación a la unidad contra ETA se expresó el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, en su homilía por el funeral de la última víctima de la banda, el inspector de la Policía Nacional Eduardo García Puelles, asesinado el 19 de junio en la localidad vizcaína de Arrigorriaga. 

Sin pretextos 

El ex presidente de la CEE, que presidió una emotiva ceremonia en la bilbaína iglesia de San José de la Montaña, incidió en que “deslegitimar en todos los aspectos el terrorismo es un ejercicio de clarificación que contribuye de manera eficaz a que la luz de la verdad venza las tinieblas de los pretextos y engaños”. También apeló a la memoria de las víctimas, asegurando que “es un recordatorio permanente para que la sociedad continúe rechazando enérgicamente la violencia y desenmascarando sus propósitos”. Ante la presencia de numerosas autoridades políticas, encabezadas por el lehendakari Patxi López, así como por los Príncipes de Asturias, les mostró su apoyo “en el recorrido siempre difícil y a veces muy doloroso, hasta alcanzar plenamente una convivencia libre y segura”.    

El mismo día del atentado, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, hizo pública una dura nota de condena en la que se mostró “indignado, conmovido y preocupado” ante el “cruel asesinato”, que no hacía sino evidenciar que “la actividad terrorista persiste obstinadamente a pesar de los reiterados requerimientos de la ley de Dios y de la entera sociedad”. “¿Es ésta su aportación a la paz de este pueblo?”, clamaba. A la vez que insistía en la necesidad de la condena: “Todas las personas y grupos sin excepción tenemos el deber moral estricto de mostrar visiblemente nuestra más honda reprobación de este atentado mortal y de todos los que ETA ha cometido en su historia. Nadie puede excusarse en ningún tipo de razones. El valor ético de una ciudadanía y de los grupos sociales se manifiesta en situaciones como ésta”. 

Uriarte, acusado en ocasiones de tibieza en su condena del terrorismo, concluía así su nota de repulsa: “La Iglesia de Guipúzcoa no cejará en su sostenido empeño de defender el valor intangible de toda vida humana y por seguir condenando todos los atentados, como éste que hoy ha ensombrecido nuestra inconmovible esperanza”. 

La CEE, así como el Arzobispado Castrense, emitieron asimismo, sendas notas de pesar y condena.

En el nº 2.666 de Vida Nueva.

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