Vergüenza y tristeza en la Iglesia de Irlanda

Salen a la luz las conclusiones de un informe sobre abusos sexuales a niños

alumnos-escuela-irlanda(María Gómez) Conmoción, tristeza y profundo disgusto es lo que ha manifestado la Iglesia de Irlanda, una vez conocidas las conclusiones del informe de la Comisión de Investigación sobre Abuso Infantil, presentadas el 20 de mayo. Ese mismo día, el cardenal Seán Brady, arzobispo de Armagh y primado de Toda Irlanda, calificaba el amplísimo informe (2.600 páginas) como “un bienvenido e importante paso para establecer la verdad, hacer justicia a las víctimas y asegurar que abusos como estos no volverán a ocurrir”.

La Comisión del juez Sean Ryan documenta “un catálogo vergonzoso de crueldad: negligencias y abusos físicos, sexuales y emocionales perpetrados contra los niños”, explica el cardenal, quien se siente “profundamente avergonzado”. La Comisión, que en el año 2000 recibió luz verde por parte del Parlamento irlandés, ha recogido cientos de testimonios de personas que entre los años 30 y los 70 estuvieron en escuelas, hospitales y orfanatos públicos gestionados por distintas congregaciones religiosas, donde sufrieron toda serie de abusos físicos y psíquicos a manos de sacerdotes, religiosas y laicos. Ya en 2002 las congregaciones pactaron con el Gobierno la cantidad de 127 millones de euros como reparación a las víctimas. Sin publicar nombres reales (ni de víctimas ni de abusadores, razón por la que no se juzgará a nadie), se señala que “las autoridades religiosas sabían que los abusos sexuales eran un problema persistente en las instituciones religiosas masculinas”.

Es importante establecer la verdad de lo que sucedió en el pasado, tomar todas las medidas adecuadas para evitar que se repita en el futuro, asegurar que el principio de justicia será plenamente respetado y, sobre todo, curar a las víctimas y a todos los que han sido golpeados por estos crímenes anormales”, les dijo Benedicto XVI a los obispos irlandeses en la visita ad limina de 2006.

Próximas medidas

El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, ha asegurado que hará lo posible por aplicar las recomendaciones del informe, porque “éste no es un informe para ponerlo en una estantería”, añadió.

Por su parte, el Comité Permanente de la Conferencia de Obispos Irlandeses ha pedido perdón a las víctimas, reconociendo que “éste es el abuso mayor, porque fue perpetrado por aquéllos que eran llamados a proteger en nombre de Jesucristo”. Además, ha anunciado que las recomendaciones de la Comisión de Investigación serán estudiadas en profundidad en la Asamblea General del Episcopado del próximo junio.

En el nº 2.662 de Vida Nueva.

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