Odres llenos de buena música

disco-odres(Maite López Martínez) La música en directo tiene siempre un encanto especial. Mucho más cuando se trata de sones populares que recrean a nivel sonoro ambientes festivos, contextos rurales y raíces ancestrales. Si, además, los intérpretes hacen del escenario el lugar donde disfrutan y hacen muy buena música, el resultado es un espectáculo único que nos hace viajar lejos para adentrarnos en bellos paisajes, lejanas historias y amores imposibles. Eso ocurrió el 24 de mayo en la sala Galileo Galilei de Madrid, donde el grupo Odres presentó De finibus terrae, su nuevo trabajo discográfico, inaugurando así una serie de conciertos que ofrecerán en los próximos meses.

Odres comenzó su andadura en 1978 con la única pretensión de disfrutar, recuperando la música tradicional de la Comunidad de Madrid en la que están afincados. Poco después se abrieron a la música medieval y renacentista, a la que le siguió, como fuente importante de inspiración, el Romancero Tradicional. 

Aunque hoy el grupo está formado de manera estable por siete miembros, más de diez intérpretes pasaron por el escenario para tocar una gran variedad de objetos folclóricos y medievales (algunos de ellos reconstruidos por el grupo), como flautas de todo tipo, el low whistle, la zanfona, la gaita, el dúlcimer, guitarras y laúdes, el salterio, acordeones, el traveser, el bouzuki, el bodhram o la darbuka. Resulta difícil encasillar su estilo, ya que mezclan ritmos y melodías de distintas tradiciones para ofrecer una fusión única de música folk, serfardí, celta, bretona, inspirándose en los más variados textos, como cantigas, cuentos, leyendas y romances de todo tiempo y lugar. En cualquier caso, música atlántica con toques celtas y mediterráneos de la mejor calidad, altamente recomendable para disfrutar en cualquier momento del día o de la noche. www.grupoodres.com/

mtlopez@vidanueva.es 

En el nº 2.662 de Vida Nueva.

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