Los sacerdotes y la familia, retos para la Iglesia brasileña

La Asamblea del Episcopado reivindica en sendos documentos el importante papel de estos colectivos

dimas-lara-y-geraldo-lyrio(Graziela Cruz– Brasil) La Formación sacerdotal: desafíos y directrices fue el hilo conductor de la 47ª Asamblea General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), celebrada en la localidad de Itaici, estado de São Paulo, entre el 22 de abril y el 1 de mayo. Otros temas importantes debatidos por los 330 prelados y el centenar de asesores participantes fueron la iniciación cristiana, que trató el problema de la catequesis infantil, y Brasil en la Misión Continental.

Según explicó en rueda de prensa el portavoz de la Asamblea y arzobispo de Río de Janeiro, Orani João Tempesta, el nuevo documento elaborado a propósito del tema central del encuentro (Directrices para la formación de los presbíteros de la Iglesia en Brasil) “establece las orientaciones para la formación de los presbíteros desde el punto de vista intelectual y humano-afectivo, cultural y pastoral, para que el sacerdote pueda en su aprendizaje ayudar al pueblo en la experiencia de fe vivida”. En opinión del arzobispo de Teresina (Piauí) y presidente de la Comisión de Redacción del documento, Sérgio da Rocha, el texto contempla, de manera integrada, las cinco dimensiones de la formación sacerdotal: humano-afetiva; comunitaria (presencia social del sacerdote); espiritual, intelectual y pastoral (evangelización). “Las dimensiones -explicó- deben ser trabajadas en conjunto para que el presbítero pueda desarrollar un trabajo conforme a las necesidades de la sociedad actual”.

El obispo auxiliar de Río y secretario general de la CNBB, Dimas Lara Barbosa, por su parte, comentó que muchos de los seminaristas “pertenecen a familias disgregadas, con una preparación escolástica aproximativa, como sucede en muchas escuelas”. Por ello, “necesitan encontrar en la formación una respuesta para identificar el camino, el proceso intelectual que los llevará a madurar la propia elección vocacional, la experiencia de Dios y del servicio a los hermanos”.

El documento actúa como una brújula, mostrando la dirección a seguir en la formación del nuevo presbítero, y no actuando en su personalidad. Queremos construir una generación de curas mucho más preparada que la actual”, dijo el obispo de la prelatura de São Félix (Mato Grosso), Leonardo Ulrich Steiner, que participó en la elaboración del texto final. Éste no se hará público hasta que no cuente con la aprobación final de la Congregación para la Educación Católica.

Iniciación y catequesis

La iniciación cristiana fue otro tema destacado en la Asamblea. En Brasil hay cerca de 600.000 catequistas, la mayoría dedicados a la enseñanza infantil. Para los obispos, hay un gran desafío en la formación de nuevos catequistas y en la continuidad de la formación catequética de jóvenes y adultos. “Muchos dicen que la catequesis es cosa de niños, pero debemos estar también con los adultos, los deficientes, los pobres”, admitió el obispo de Goiás y presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para la Animación Bíblico-Catequética, Eugênio Rixen. Para el prelado, un gran reto es la rotación de los catequistas, lo que hace difícil su formación. “Queremos fortalecer las escuelas catequéticas en todo el país y en las diócesis. Estamos abriendo cursos de postgrado en Pedagogía Catequética, reconocidos por el Ministerio de Educación, lo que ayudará a graduar a nuestros futuros catequistas”, sostuvo Rixen, quien llamó la atención también sobre otro problema: la continuidad de niños y adolescentes en la Iglesia después de recibir los sacramentos.

Durante su Asamblea, la CNBB publicó algunas importantes declaraciones. Entre ellas, dos llamaron especialmente la atención. La primera, en respuesta a una propuesta del Senado Federal, se manifiesta contraria a la posibilidad de reducir la edad penal, argumentando que eso no resuelve el problema de la criminalidad y la violencia del país. “La reducción de la mayoría penal violenta y penaliza más aún a los adolescentes, sobre todo a los más jóvenes, negros, habitantes de las periferias”, defiende el documento; mientras que los verdaderos culpables, muchas veces, quedan impunes.

La segunda declaración es un Manifiesto en favor de la familia, que servirá como preparación a la Peregrinación Nacional de la Familia al Santuario de Aparecida, promovida por la CNBB para el 24 de mayo. Según el presidente de la Comisión Episcopal para la Vida y la Familia y arzobispo de Londrina (Paraná), Orlando Brandes, se trata de “un grito en favor de la familia brasileña, tan mal asistida y agredida en nuestro país”, y lamentó que “en el Congreso Nacional hay 40 proyectos en contra de los valores familiares”. Brandes recordó que la familia sigue siendo el eje de la pastoral y de la acción evangelizadora. “Eso significa -explicó- que, si queremos vocaciones, la familia responde; si precisamos seguridad pública, hay que contar con la familia; en la escuela, la familia debe colaborar; en la catequesis, la familia es siempre la primera catequista”.

Misión en la Amazonía

La región amazónica fue también foco de discusión de los obispos. Así, la Comisión Episcopal de la Amazonía propuso la convocatoria de una Semana Misionera para las Iglesias de la Amazonía, proyecto que fue aprobado en Asamblea y que deberá celebrarse en octubre, “para que todo el país piense y discuta la importancia de la Amazonía”, deseó el presidente de dicha comisión y obispo de Pelotas (Río Grande del Sur), Jayme Chemello. La pobreza de recursos humanos, que impide a la mayoría del pueblo de la región alimentarse de la Palabra de Dios y de los sacramentos, y la falta de recursos económicos fueron los motivos que impulsaron esta propuesta episcopal. “Ha llegado el tiempo de que nosotros, habitantes del mayor país católico del mundo, nos liberemos de la dependencia de las Iglesias europeas y norteamericanas, sin desear que suspendan su ayuda”, subraya el texto dado a conocer por los prelados. Jayme Chemello se mostró sorprendido por cómo los propios obispos percibieron la necesidad de ayuda económica a la Amazonía, una contribución que deberá discutir ahora el Consejo Permanente de la CNBB.

Antes, la misma comisión aprobó el envío de misioneros ‘Fidei Donum’ a la Amazonía, cuya prioridad será despertar la vocación misionera entre los sacerdotes diocesanos de una región particularmente compleja.

VIOLENCIA POR LA TIERRA

asentamiento-del-mstEn el marco de esta 47ª Asamblea de la CNBB, la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) dio a conocer que, en 2008, el número de conflictos en el campo disminuyó, pero la cifra de personas asesinadas se mantuvo con respecto a 2007, alcanzando las 28.

Los datos de conflictos en el campo brasileño revelan un aumento de la violencia en 2008: mientras en 2007 se registró una muerte por cada 54 conflictos, el pasado año hubo una muerte por cada 42 enfrentamientos, un registro en el que la Amazonía ocupa el primer lugar, con el 72% de esas muertes. Por otra parte, más de la mitad de los conflictos afectan directamente a las poblaciones tradicionales, lo que evidencia el interés del capital sobre territorios ocupados por esas comunidades.

Según la CPT, la ausencia de la reforma agraria ha mantenido la conflictividad y la violencia en el campo. Y es que, mientras el número total de conflictos ha disminuido un 23% de 2007 a 2008, la cifra total de personas implicadas y de asesinatos sigue creciendo.

La misma fuente destaca que el 47% de los conflictos agrarios ocurrieron en la Amazonía Legal. Pará sigue siendo el estado con mayor número de conflictos (245), seguido del vecino estado de Maranhão (101).

gaparecida@vidanueva.es 

En el nº 2.659 de Vida Nueva.

Compartir