Matan a un sacerdote español en Brasil

El toledano Ramiro Ludeña trabajaba con niños de la calle en Recife

sacerdote-asesinado-brasil(Graziela Cruz– Brasil) El sacerdote español Ramiro Ludeña y Amigo, de 64 años, natural de de Pelahustán (Toledo), fue asesinado el 19 de marzo en Recife, capital de Pernambuco, al noreste de Brasil, donde vivía desde hacía 34 años. Durante las últimas dos décadas, Ludeña trabajó con jóvenes en el Movimiento de Apoyo a los Niños de la Calle (MAMER, en portugués), fundado por él mismo, en la zona de Jaboatão dos Guararapes, una de las más pobres en la periferia de Recife.

Según fuentes de la policía local, el sacerdote español salía de cenar con amigos cuando fue tiroteado por un desconocido dentro de su coche. Junto a él viajaban dos mujeres que también trabajan en el MAMER, pero que no sufrieron ningún daño. Aunque el religioso llegó a ser atendido en un hospital, no pudo sobrevivir a las heridas producidas por varios disparos que le perforaron el tórax.

ramiro-ludenaUn día después, la policía arrestó al principal sospechoso, un adolescente de 16 años, que, tras ser encontrado en la escuela donde estudiaba y ser reconocido por las dos amigas de Ludeña que iban en el coche, confesó el crimen y que su intención era robarle al sacerdote. El arma usada en el crimen estaba en su casa. El chico fue conducido a la Gerencia de la Policía de Niños y Adolescentes, donde fue denunciado por homicidio, y después, a la Fundación de Atención Socioeducativa, por tratarse de un menor.

Sin embargo, el Departamento de Homicidios y Protección Personal (DHPP) ha iniciado una investigación de los hechos y, según una de sus delegadas, Josineide Confessor, la policía trabajará con la hipótesis del homidicio, ya que no se robó nada. Una posibilidad que los amigos de la víctima descartan, porque “era un hombre sin enemigos”, asegura el coordinador del MAMER, Fernando Sérgio. El cónsul general de España en Salvador de Bahía, Antonio Polidura, por su parte, pidió “aclarar lo que ha pasado lo más rápido posible, pues se trata de una persona conocida aquí por su importante labor con los niños de la calle”.

Multitudinario funeral

El fallecido había manifestado su deseo de ser enterrado en Brasil, y al funeral, celebrado en la propia ciudad de Jaboatão dos Guararapes, asistieron una sobrina del sacerdote y algunos amigos llegados desde España, y miles de personas formando una comitiva de más de un kilómetro, desde la sede del MAMER hasta el cementerio, entre ellas centenares de jóvenes, en su mayoría asistidos por la ONG fundada por Ludeña.

Según el coordinador del MAMER, Fernando Sérgio, no se abandonarán los proyectos de la organización. “Las semillas que él ha lanzado serán germinadas y los proyectos van continuar”, concluyó.

gaparecida@vidanueva.es 

En el nº 2.654 de Vida Nueva.

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