Vietnam valora el impulso en las relaciones con la Santa Sede

El responsable vietnamita de Asuntos Religiosos considera clave para la diplomacia el “respeto mutuo”

parolin-y-the-doan(María Gómez) Las autoridades civiles de Vietnam están contentas con el rumbo que están tomando las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. La última visita de la delegación vaticana a Hanoi, del 16 al 21 de febrero, ha supuesto un importante paso adelante para la normalización de las relaciones bilaterales, y en el país asiático reconocen que, gracias a los encuentros mantenidos hasta ahora, las dos partes se entienden mejor.

Desde 1990, se han producido 18 reuniones en las que representantes vaticanos y del Gobierno vietnamita han tratado asuntos como el nombramiento de obispos o la expropiación de los bienes de la Iglesia por parte del régimen comunista. Ahora se ha celebrado la primera sesión del grupo mixto de trabajo, “por primera vez con un programa formal y público sobre cuestiones de relaciones diplomáticas”, apunta el subsecretario para las Relaciones con los Estados, Pietro Parolin, al frente de la delegación vaticana.

El diálogo es el medio que más contribuye a la creación de un clima de intimidad que nos permitirá entendernos mejor y resolver juntos, por el bien común y por los intereses de cada una de las partes, las cuestiones que nos preocupan a todos”, declaraba al diario de la capital, Ha Noi Moi, el director de la Oficina gubernamental de Asuntos Religiosos, Nguyen The Doan. Él ha tomado parte en las reuniones bilaterales, abordando el papel de la Iglesia católica en el país. “Si, desde un punto de vista religioso, la Iglesia católica vietnamita es una parte de la Iglesia universal, también es, desde un punto de vista social, una organización religiosa cuyas actividades se realizan en Vietnam en el marco de la legislación vietnamita”, explica.

En su opinión, el nuevo impulso que se le está dando a estas relaciones -fruto de la experiencia y de la “buena voluntad de las dos partes”- necesita de varios factores, siendo el más importante “el respeto mutuo, que implica el respeto a la independencia, la soberanía, la historia, la cultura y las tradiciones de la nación vietnamita, de su legislación. Eso nos conduce a compartir y respetar las diferencias, a dar una prueba conjunta de buena voluntad con el fin de encontrar condiciones favorables para nuevos acuerdos”. Más adelante, The Doan recomienda “no dejarse influenciar por los pensamientos o las actividades negativas procedentes de una parte tercera cualquiera”.

Fallece el cardenal

La comunidad católica vietnamita, con 8 millones de fieles (el 7% de la población, la tercera del continente), ha salido a la calle en los últimos meses para protestar por el trato discriminatorio al que está sometida (VN, nº 2.644). Precisamente estos días ha recibido con alegría el nombramiento de un nuevo obispo, pero con tristeza la muerte del cardenal Paul Joseph Pham Dinh Tung, arzobispo emérito de Hanoi.

En el nº 2.650 de Vida Nueva.

Compartir