La analfabeta moral

El lector

(J. L. Celada) Stephen Daldry cifra en más de 250 el número de producciones que se han acercado, con enfoques bien diversos y desigual acierto, al horror del Holocausto. Y no parece que el séptimo arte haya dicho todavía su última palabra, porque el propio cineasta británico es el responsable de la enésima propuesta acerca del exterminio judío practicado por los nazis durante la II Guerra Mundial. Se trata de la adaptación al celuloide de El lector, exitosa novela del alemán Bernhard Schlink traducida a 40 idiomas.

En compañía de su guionista en Las horas, David Hare, el padre artístico de Billy Elliot se enfrenta a una obra que pone sobre el tapete cuestiones tan complejas como universales: ante una tragedia de las proporciones de aquel genocidio, ¿qué grado de responsabilidad deben asumir las nuevas generaciones por los crímenes/pecados de sus mayores? La ley no juzga pensamientos ni sentimientos, sólo acciones. Pero, ¿y la conciencia?, ¿alcanzará a comprender determinados episodios por atroces que resulten?, ¿iluminará el camino para cargar con ellos? El dilema está servido. También el sempiterno conflicto en torno al delito y la culpa.

La acción inicial nos transporta a los años 50 del siglo XX, recién concluida la devastadora contienda, cuando un adolescente en pleno despertar sexual mantiene un ardiente romance con una enigmática mujer que le dobla la edad y para quien lee en voz alta (de ahí el título) entre encuentro y encuentro. Lecturas que, décadas más tarde, adquieren para ella (una Kate Winslet de dudoso maquillaje, pero digna merecedora del reciente Oscar a la Mejor Actriz) un cierto efecto redentor. 

Aunque no es ése el verdadero núcleo de El lector. Aquí se evita hablar de perdón. El debate es otro, el de la regeneración de víctimas (toda una lección para el futuro el modelo de fortaleza que transmite esa superviviente de la barbarie que irrumpe al final de la cinta) y verdugos (una protagonista cuya desnudez lingüística y carnal es origen y metáfora de su analfabetismo moral). 

Como ya ocurriera en Las horas, Daldry se asoma a los sentimientos casi imperceptibles de otro espíritu femenino atormentado. Y lo hace a través de la mirada de un joven que pasará en un suspiro de la entrega incondicional a la sorpresa más terrible, hasta desembocar en un estado de desconcierto y frustración que se instalará para siempre en su vida. Porque, ya adulto (Ralph Fiennes), en un nuevo tiempo narrativo próximo al actual, nuestro hombre seguirá empeñado en una reconciliación imposible con su pasado. 

Es El lector una película trazada sobre las cicatrices del dolor y la pasión, que invita a ser leída entre líneas para descubrir lo que de humano y monstruoso albergan sus personajes. Y nadie mejor que el inquietante rostro de Winslet para guiar esta incierta pero valiente incursión por los sótanos del alma y la memoria.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: The Reader

DIRECCIÓN: Stephen Daldry

GUIÓN: David Hare, sobre la novela homónima de Bernhard Schlink

FOTOGRAFÍA: Chris Menges y Roger Deakins

MÚSICA: Nico Muhly

PRODUCCIÓN: Anthony Minghella, Sydney Pollack, Donna Gigliotti y Redmond Morris

INTÉRPRETES: Kate Winslet, Ralph Fiennes, David Kross, Lena Olin, Bruno Ganz

En el nº 2.650 de Vida Nueva.

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