‘No se quiere echar tierra al Vaticano II’

Federico Lombardi explica en Madrid los motivos del levantamiento de las excomuniones(J. Lorenzo. Fotos: Silvia Rozas) La Asamblea de Delegados Diocesanos de Medios de Comunicación contó con un “primer espada”, como lo definió el presidente de la Comisión Episcopal, Juan del Río, para inaugurar sus trabajos, que les tuvo reunidos en Madrid los días 16 y 17 bajo el lema Infoética: por una comunicación social a la medida de la dignidad humana.

Se trataba de Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, de Radio Vaticano y del Centro Televisivo Vaticano, quien expuso, de manera humilde y pedagógica, su rica experiencia comunicativa al servicio de la Iglesia, ahora en las nuevas responsabilidades que le ha confiado Benedicto XVI.

Su exposición fue un canto de apertura a los medios de comunicación, invitando a utilizarlos con profesionalidad y a aprovechar las oportunidades que brindan para la difusión de la Palabra. Y él mismo aprovechó la oportunidad de la nutrida presencia de representantes de la prensa para, al finalizar, brindarse a responder a cuantas preguntas se le quisieron formular. Obviamente, la que concitó más interés fue la referida a la polémica por el levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvristas. Sin escurrir el bulto (en su conferencia abogó siempre por no hacerlo), Lombardi no ocultó deficiencias en el proceso comunicativo, incluso en el proceso previo que llevó a que el Papa tomase esa decisión. Pero, en todo momento, señaló que lo único que guió al Pontífice fue “resolver un obstáculo para hacer posible el camino de la unidad en la Iglesia”.

Lombardi reconoció que la situación se agravó, llevando a una “tensión y confusión muy grande”, con las declaraciones negacionistas de uno de esos obispos, desconocidas por el Vaticano “hasta el último día”. En todo caso, afirmó rotundo que con su decisión, Benedicto XVI “no se trataba de echar tierra al Vaticano II, sino de remover los obstáculos” para “superar y remediar una situación de ruptura” con los lefebvristas.

Interesante fue también la intervención del arzobispo Del Río, quien, al abordar el tema central de las jornadas, afirmó que Iglesia, con su ejemplo, ha de ayudar “a construir una Infoética que humanice el mundo de la información, y ‘a los profesionales a levantar el ‘vuelo” sobre tantos desafueros que dañan la profesión periodística como son: la vulgaridad, el materialismo consumista, el relativismo ético, ‘la esclavitud’ del índice de audiencia, la distorsión de la realidad, la manipulación ideológica y el imperio de la violencia”.

En el nº 2.649 de Vida Nueva.

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