Frente al aborto, más ayudas para las mujeres embarazadas

Los obispos catalanes reclaman la puesta en práctica de acciones positivas de apoyo y protección

(Marina de Miguel) No es sólo la injusta pérdida de este número de vidas humanas que estaban llamadas a nacer -nunca se puede eliminar una vida humana inocente-, sino también el drama humano y las consecuencias que el aborto provocado supone para la mujer, a menudo muy joven o sin recursos económicos”. Con estas palabras, la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), reunida los pasados días 3 y 4 de febrero, muestra su “gran pesar” por el número de abortos registrados en Cataluña: 21.871 en 2007, un 8% más que el año anterior. 

En un contexto marcado por la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, cuyas conclusiones se votaron el 18 en el seno de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, los obispos catalanes llaman a las autoridades y a la sociedad a “dar mucho más apoyo y alternativas a cualquier maternidad que haya sido iniciada, a toda vida humana ya existente, mediante una acción positiva de ayuda y protección a la mujer embarazada -sobre todo si se encuentra con dificultades-, a fin de que pueda llevar a cabo con normalidad el proceso de su maternidad y no padezca el trauma del aborto provocado”. 

En un comunicado, la CET expresa su preocupación y perplejidad por el anteproyecto de Ley de Derechos y Oportunidades de la Infancia, que está preparando la Generalitat, donde se contempla que las menores de edad puedan decidir abortar sin el conocimiento ni consentimiento paterno. A su juicio, esta medida sería “del todo desorientadora” para la joven, además de enviar a la sociedad -especialmente a las nuevas generaciones- “un mensaje radicalmente confuso e injusto contra la vida humana”. También denuncian que supondría “una nueva intromisión del Estado en el terreno de los derechos de los padres y de la familia”.

Para que vuelva a reavivarse “el amor y la alegría por el don que supone toda vida humana”, piden a los creyentes “una plegaria fervorosa y constante”. A su vez, apelan a la responsabilidad de todos a propósito del Proyecto de Ley en curso que regulará el Código Civil de Familia de Cataluña.

Por otra parte, en la carta pastoral 2009, año de oración por la vida, Juan José Asenjo, administrador apostólico de Córdoba y arzobispo coadjutor de Sevilla, alienta “a las instituciones, confesionales o no, a que promueven iniciativas a favor de la vida y que ayuden a las madres en circunstancias difíciles para que acojan generosamente el fruto de sus entrañas”.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, reunida entre el 17 y el 19 en la sede madrileña de Añastro, no se quedó al margen de este asunto al incluirlo en los temas de seguimiento. Sin embargo, según confirmaron fuentes eclesiales a Europa Press, no harán público ningún comunicado hasta que esté redactado el proyecto de ley.

POLÉMICA REFORMA

La propuesta de reforma de la ley del aborto formulada por el PSOE en el Congreso ya ha originado numerosas voces contrarias. En ella se pretende que el aborto deje de ser considerado un delito y se derogue el artículo 417 bis del Código Penal, donde se establecían tres supuestos de despenalización. Los socialistas plantean unos plazos de 14 semanas sin que sea preciso justificación y de 22 semanas bajo ciertos supuestos. Será el Gobierno el que delimite estos períodos.

Otro aspecto candente es que se fija en 16 años la edad en la que las menores pueden decidir de forma autónoma abortar. Hasta entonces, se “oirá” a la joven, pero se exigirá el consentimiento de padres o tutores.

La ley de plazos para el aborto es una solución cobarde que va a lograr la desprotección absoluta de la vida del no nacido y el abandono total de las mujeres a su suerte”, critica Benigno Blanco, del Foro Español de la Familia. Este organismo ha elaborado una campaña en la que, desde marzo a diciembre, durante 43 semanas (casi el tiempo de gestación de un embarazo) impartirán 11.180 charlas por todo el país, con las que pretenden llegar a más de un millón y medio de personas. 

Por otro lado, a través de la Fundación Red Madre, implantada en algunas comunidades autónomas, buscan activar una red solidaria de apoyo a la mujer embarazada.

En el nº 2.649 de Vida Nueva.

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