La violencia desangra Guatemala día a día

Mensaje de los obispos del país al término de su Asamblea Plenaria

(J. L. Celada) Más de 6.000 asesinatos en 2008 atestiguan que el problema más grave de Guatemala es la falta de respeto a la vida. El país “vive una situación de duelo continuo y prolongado, se desangra día a día”, denuncian sus obispos. Un estado de violencia al que “contribuyen tanto la existencia de poderosos cárteles del narcotráfico como las bandas del crimen organizado”.

En un comunicado hecho público el 23 de enero, al término de su Asamblea Plenaria Anual, la Conferencia Episcopal examina “los principales problemas que afectan diariamente la vida de tantos miles de guatemaltecos”, para “discernir cómo podemos contribuir a buscar soluciones”. Esta mirada a la realidad advierte también que miles de guatemaltecos “se han acostumbrado a vivir en medio de tantos asesinatos y homicidios”, con el consiguiente “sentimiento de indiferencia que aterra y preocupa”. Un lamento al que se suma el clima de impunidad reinante.

El texto episcopal alerta contra una criminalidad que se ve “favorecida por la situación de corrupción del sistema penitenciario”, sin infraestructura adecuada ni programas de rehabilitación. Sin embargo, es la “pobreza inhumana” el principal agravante de tal estado de violencia, una pobreza que “golpea sin misericordia a quienes sobreviven tanto en las áreas marginales urbanas como en el área rural”. Un sector este último al que la nueva Ley de Desarrollo Rural debería resolver su problemática “desde la aplicación de los valores éticos de la justicia y la solidaridad”, desean esperanzados. Tras rechazar el “supuesto desarrollo” de la minería por sus “nefastas consecuencias” para el medio ambiente y su conflictividad social, los prelados repasan otros aspectos de la realidad nacional no menos preocupantes: la “mayor severidad” que se aplica a los migrantes, la pérdida de empleo, la educación como instrumento eficaz pero necesitado de más recursos…

Contexto internacional

Más adelante, antes de reafirmar su “compromiso de Pastores al servicio del pueblo de Dios”, la jerarquía católica echa un vistazo al “problemático contexto internacional”, para detenerse en la crisis económica planetaria, pero también en lugares como Gaza, Irak, Afganistán, Colombia, México o “la insufrible situación de millones de refugiados en África y Asia”.

Para acabar, el organismo que preside el obispo de Suchitepéquez-Retalhuleu, Pablo Vizcaíno, recoge “algunos hechos y acciones importantes” que protagonizará la Iglesia guatemalteca a lo largo de 2009, entre ellos el Año Santo Jubilar coincidiendo con el 250º aniversario de la dedicación de la basílica de Esquipulas.

En el nº 2.646 de Vida Nueva.

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