Los profesores de Religión harán huelga en Andalucía

Los obispos también critican la situación de marginalidad de la asignatura en Extremadura

(M. Á. Malavia /F. J. Pérez Valero) Con el curso recién comenzado, los profesores de Religión en Andalucía se declaran hartos ya de “la poca sensibilidad de la Consejería de Educación”, razón por la que el sindicato CSI-CSIF ha convocado una huelga para el próximo 5 de noviembre. 

Los docentes de la asignatura (50 de los cuales se encerraron hace unos días en la Delegación Provincial de Educación de Sevilla) denuncian que la pretensión de la Junta andaluza de rebajar 2.465 horas lectivas de Religión para este curso (en el pasado ya hubo un recorte de 1.170 horas), supone, en la práctica, la desaparición de 200 puestos de trabajo o una marcada reducción horaria para cerca de 1.000 profesores. Tal recorte equivaldría a que todos esos trabajadores vieran restringidos sus sueldos hasta el punto de llegar a cobrar menos de lo que recibirían en caso de estar en el paro. 

La principal queja de los afectados es que mantienen contrato indefinido con la Administración, siendo ésta la que, de un modo unilateral y sin consenso previo, ha mermado sus condiciones de trabajo. Del mismo modo, consideran injustificada la rebaja, puesto que el número de alumnos que se ha matriculado en Religión es prácticamente el mismo que otros años. 

Por todo ello, los sindicatos CCOO, UGT, ANPE y CSI-CSIF expresaron sus quejas a la Consejería de Educación en un encuentro mantenido en septiembre. Del mismo, sólo salió el compromiso de aumentar un total de 54 horas para la ESO, algo que desde CSI-CSIF fue rechazado, pues no suponía “ninguna mejora”. Así, semanas después, ha sido este sindicato el que ha dado el paso final de convocar un paro laboral. El presidente de la sección de Enseñanza del sindicato en Andalucía, en declaraciones a Vida Nueva, afirmó que la causa de fondo radica en que se ha querido buscar “un agrupamiento excesivo” de los alumnos que reciben esta materia. “Ahora habrá profesores que tengan que dar clase en 3 ó 4 centros distintos”, ampliando el ratio “mucho más de lo que recoge la ley”. “Otros años había mayor flexibilidad”, denunció. A su vez, expresó su voluntad de “alcanzar acuerdos”, pero consideró que esta huelga era necesaria para “dar un toque de atención y que la sociedad sepa que esto no puede seguir así”.  

También existe cierta tensión en Extremadura a propósito de la clase de Religión y la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC). “Unas buenas relaciones no se basan sólo en el buen estilo; es necesario que se vean refrendadas por hechos concretos”, resumía el editorial de la hoja diocesana Iglesia en Plasencia la opinión sobre ambos conflictos. De forma parecida lo han reiterado en una nota conjunta los obispos de Mérida-Badajoz, Cáceres y Plasencia al denunciar “la ausencia de alternativa” a la asignatura de Religión en Bachillerato, “lo que está provocando que sea sometida a un horario marginal por parte de los centros y que los alumnos tengan que optar entre ir a clase o irse a su casa”. 

¿EpC, opcional?

En cuanto al desarrollo de EpC en los centros, los prelados consideran que “la formación de la conciencia moral es competencia exclusiva de los padres y, por tanto, el carácter obligatorio de la asignatura está vulnerando los derechos de éstos”. En su texto explican que “en su actual situación, a esta asignatura la consideramos contraria a la Doctrina Social de la Iglesia y, a nuestro juicio, también es contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales”. Por ello solicitan el carácter opcional y no obligatorio de la asignatura. Además recuerdan que “existen medios legítimos, entre ellos la objeción de conciencia”, para así “defender la libertad de conciencia y de enseñanza”. 

Según datos aportados por Profesionales por la Ética, en la región se han registrado 263 de estas objeciones. A principios de octubre, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Cáceres dictó un auto de medidas cautelares por el que permite que cuatro alumnos que cursan cuarto curso de ESO en Cáceres, todos en colegios concertados, no asistan a la asignatura. Por su parte, la consejera de Educación, Eva María Pérez, ha señalado que “aquellos alumnos que de forma reiterada no asistan a las clases de Educación para la Ciudadanía, aunque sus padres hayan presentado un recurso, serán considerados absentistas”. La consejera advirtió de que en tercero de ESO “no hay excesivos problemas”, pero en primero de Bachillerato, “si Ciudadanía está suspensa, ese alumno no podrá presentarse a la Selectividad, así de simple, como si tuviera suspensas las Matemáticas”.

En el nº 2.634 de Vida Nueva.

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