Los obispos venezolanos instan a buscar soluciones para el país

Al término de su Asamblea, difundieron la exhortación pastoral ‘Unidos en la justicia y la rectitud’

(Andrés Cánsales– Caracas) La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) concluyó su 90ª Asamblea Plenaria con una serie de requerimientos a los poderes públicos del país, tras presentar una suerte de radiografía en la que destaca problemas como la inseguridad ciudadana, la necesidad de una división de poderes, la celebración transparente de elecciones y la exigencia de garantías para el ejercicio de los derechos políticos de los venezolanos.

El documento final de la reunión fue dado a conocer el 10 de julio, pero durante esa semana se convocaron conferencias de prensa diarias en las que los obispos, interpelados por la situación nacional y ante las graves amenazas que se ciernen sobre la población, fijaron su posición acerca de diversos problemas del país.

Un aspecto ampliamente resaltado es el de la inseguridad ciudadana. Cada fin de semana, en Caracas mueren unas 30 personas, principalmente en hechos delictivos que se zanjan con armas de fuego. Sin embargo, el Gobierno de Hugo Chávez resta importancia al asunto; así, el ministro del Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, aseguró semanas atrás que los enfrentamientos entre bandas, un hecho rutinario en la capital, no afectaba a la seguridad ciudadana.

“La vida humana no es protegida, ni respetada. Hay una violencia desatada y sin control, generada por la delincuencia y la impunidad. Miles de familias sufren hoy la desaparición de sus seres queridos”, lamenta por el contrario la exhortación episcopal. En materia de seguridad, los prelados piden a las autorida­des que actúen con celeridad y eficiencia y, en particular, solicita al Ejecutivo una actuación sostenida contra la política de secuestros, un fenómeno muy extendido en los últimos meses y que se cobra más víctimas en la frontera con Colombia.

Educación católica

En materia educativa, otra dimensión candente del año 2008, la CEV pide que se respete la diversidad de opciones, lo cual incluye el respeto a la educación católica. A principios de año, el Gobierno intentó impulsar un nuevo currículo (“bolivariano”), con significativa dosis ideológica. Pese a la derrota de la reforma constitucional, que haría de Venezuela una patria socialista, el Gobierno insiste en introducir cambios en diferentes ámbitos, con una marcada tendencia estatista. En concreto, los obispos alertan ante la asfixia económica que se cierne sobre los colegios católicos y, en general, los privados. Los católicos, que tradicionalmente el Estado subsidió, hoy ven serios retrasos incluso para el pago del personal. Por otra parte, la educación privada en general está amenazada. La inflación acumulada de los últimos cuatro años es superior al 80%, pero sólo se autorizó en los últimos dos años aumentos de matrícula del 15%. Así las cosas, los obispos reclaman a las autoridades educativas que “favorezcan el diálogo y la concertación con las organizaciones educativas católicas, de tal modo que se encuentren soluciones pertinentes y permanentes por el bien de miles de estudiantes que se forman en esos centros educativos”.

El mensaje de la CEV también pide equilibrio y transparencia al Consejo Nacional Electoral, llamamiento que adquiere especial relevancia porque el 23 de noviembre tendrán lugar comicios regionales y municipales, y las autoridades electorales suelen tratar de favorecer con sus decisiones al Gobierno de Chávez. A propósito del clima electoral, los obispos critican las inhabilitaciones dictadas por la Contraloría General, en casos de presunta corrupción. Y es que, pese a que la Constitución establece que sólo podrán estar inhabilitados políticamente quienes tengan una sentencia judicial firme, la Contraloría impuso este castigo a más de 200  políticos, la mayoría de la oposición, a los que acusa de uso indebido de fondos públicos, pero sin que la Justicia se haya pronunciado. Esta decisión, según la jerarquía católica, “más bien sugiere la intención de sacar del camino a los adversarios que tengan posibilidades de éxito” en las elecciones del 23 de noviembre.

Finalmente, la CEV critica la consigna “patria, socialismo o muerte”, que ha generalizado Chávez y que es utilizada en muchas dependencias públicas, incluyendo las Fuerzas Armadas. “Este tipo de consigna -advierte- es éticamente reprobable, y contraviene la Constitución vigente y la voluntad expresada en el referéndum del 2 de diciembre”. A su juicio, lo que el pueblo venezolano desea es ver la solución a los graves problemas que padece cotidianamente.

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