“Esperamos que pueda contribuir a la apertura de caminos de diálogo”

Adolfo Nicolás envía un mensaje tras el nombramiento del nuevo Secretario de Doctrina de la Fe

(Vida Nueva) El Superior General de los jesuitas, orden a la que pertenece el recién nombrado Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, ha remitido un mensaje a todas las Provincias de la Compañía de Jesús en el que les insta a “acompañar” a través de la oración y el apoyo al nuevo miembro de la Curia romana “en este servicio a la Iglesia que el Santo Padre le ha confiado”.

“Esperamos que el padre Ladaria pueda contribuir a la apertura de caminos de diálogo en servicio de la Fe”, añade el también español Adolfo Nicolás en su carta. Asimismo, lanza otro mensaje a los miembros de la Compañía: “Confío que una vez más, la generosidad de las Provincias acuda a cubrir el vacío que este nombramiento produce en la Pontificia Universidad Gregoriana, y que encuentre modo de ofrecer profesores de teología de competencia profesional y calidad espiritual en sustitución del padre Ladaria”.

Luis Francisco Ladaria, jesuita español de 64 años, se convierte con este nombramiento en el español de mayor rango en la Curia romana. Es el actual secretario general de la Comisión Teológica Internacional, consultor de la Doctrina de la Fe desde 1995 y especialista en Antropología Teológica. Nacido el 19 de abril de 1944 en la localidad balear de Manacor, emitió los votos religiosos en la Compañía de Jesús en 1966 y fue ordenado sacerdote en 1973. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido profesor en la Universidad Pontificia Comillas y de la Pontificia Universidad Gregoriana (donde obtuvo el doctorado en Teología) y pertenece a la Comisión Teológica Internacional desde 1992.

El nombramiento como Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el rango de arzobispo tendrá lugar en Roma el próximo 26 de julio. Ladaria sustituye a Angelo Amato, religioso salesiano italiano de 70 años, que será el nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

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