El obispo Larrañeta se despide de Perú y vuelve a España

(J. L. C.) Después de más de tres décadas de ministerio entre los pueblos más alejados de la selva de Perú, el obispo emérito del vicariato apostólico de Puerto Maldonado, Juan José Larrañeta, regresa a España para integrarse en el convento dominico de Villava, en Navarra, desde donde dice que será más efectiva su ayuda y apoyo a la Iglesia que durante tanto tiempo ha servido en el país andino.

Así lo expresa en una carta de despedida el que fuera también secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) entre 2002 y 2008, quien agradece su colaboración a todas las personas que durante todo este tiempo lo apoyaron en su labor. A sus 67 años, el dominico navarro reconoce también que se lleva un grato recuerdo de la gente sencilla de Puerto Maldonado y del trabajo misionero que allí desarrolló a favor de los más necesitados, en los campos de la de salud, la educación, la catequesis, la atención a niños y mujeres marginadas, la protección a los enfermos y la defensa de las tierras y de la dignidad humana.

Finalmente, el religioso se muestra agradecido con la CEP, a la que “ha sido un honor pertenecer”, y con sus obispos, que “me enseñaron caminos desconocidos y me alentaron para que nunca pierda la línea del horizonte donde estaba la Iglesia de Cristo”.

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