Un nuevo impulso al anuncio de Jesús en El Salvador

La Iglesia salvadoreña celebra su primer Congreso Nacional Misionero

(J. L. C.) Suscitar y fomentar la conciencia y compromiso misionero en todos los hijos e hijas de la Iglesia que peregrinan en El Salvador. Éste es el principal objetivo del Primer Congreso Nacional Misionero que se celebra en el pequeño país centroamericano los días 16, 17 y 18 de este mes de mayo. Así lo daba a conocer hace casi un año la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) y así lo han entendido quienes han participado en la preparación de un acontecimiento que “marca un paso adelante en un largo camino”, en opinión del citado anuncio episcopal.

La organización, en noviembre de 2003, del II Congreso Americano Misionero en la vecina Guatemala puso en marcha un dinamismo misionero en la Iglesia salvadoreña que propició el encuentro de los directores diocesanos de las Obras Misionales Pontificias y los vicarios de pastoral. Juntos reflexionaron sobre lo que consideran fundamental para la dimensión misionera del Pueblo de Dios: que no sea una “acción marginal”, sino que se incorpore a “la pastoral ordinaria de la Iglesia particular y de cada parroquia”.

Ahora, varios años después e impulsada por el espíritu de aquel congreso, la Iglesia en El Salvador culmina un camino en el que han intervenido muchos otros factores: la propia preparación de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida bajo el lema Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida, movió a la reflexión y al compromiso de todos los salvadoreños en el anuncio del Evangelio; las reflexiones de los obispos posteriores a dicho encuentro en tierras brasileñas, con su invitación a retomar con nuevos bríos la misión confiada por Jesús; la próxima celebración en agosto del III Congreso Americano Misionero (CAM 3) en Quito (Ecuador)… Todos estos acontecimientos eclesiales “son para nosotros –reconoce el mensaje episcopal– una verdadera motivación a retomar con nuevo ardor y entusiasmo el mandato Misionero de Jesús: ‘Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación’ (Mc 16, 15)’”.

Es lo que desea también el I Congreso Nacional Misionero de El Salvador: que desde la parroquia, comunidad misionera (no en vano, éste fue el tema elegido para el mismo) y lugar privilegiado donde todos los creyentes viven y celebran la presencia del Señor Resucitado, se encuentran con Jesús y aprenden a conocerlo, se adquiera un compromiso común en el anuncio de su persona y su mensaje, porque –como reza el lema del encuentro– “No podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hch 4, 20).

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