Primer encuentro Hispano-Luso de pastoral penitenciaria

(Francisco José Pérez Valero– Badajoz) “¿Por qué Cristo quiso ser detenido, encarcelado, juzgado, condenado y ejecutado?”. La pregunta ha sobrevolado el reciente y primer Encuentro Interdiocesano Hispano-Luso de pastoral penitenciaria celebrado en Badajoz. “Se ha tratado de encontrar respuestas a nuestros porqués y nuestra tarea” subraya el delegado episcopal para la Marginación Social de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Andrés Cruz. Durante dos días se han reunido capellanes y voluntarios llegados de las diócesis a uno y otro lado de la frontera.

A la cita acudieron los tres obispos de la provincia eclesiástica extremeña, el obispo de Santander y responsable de la Pastoral Penitenciaria de la CEE, Vicente Jiménez Zamora, y el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social del episcopado portugués, el arzobispo de Évora, José Alves. Precisamente, en el otro lado de “La Raya”, como se conoce a la frontera entre Extremadura y el Alentejo portugués, el arzobispo de Mérida- Badajoz, Santiago García Aracil es también presidente de esta comisión episcopal. “Que la pastoral penitenciaria esté integrada en la pastoral de conjunto de cada diócesis ha sido uno de los desafíos tratados en el encuentro –señala Cruz– y que crezca en sus tres ámbitos de trabajo: religioso, jurídico y caritativo- social”. En este sentido, desde Portugal han insistido en que todavía están “dando los primeros pasos” en esas tres facetas principales que son, para las diócesis españoles, “tarea no concluida”. La formación y la renovación del voluntariado y el “aprendizaje en el amor de Cristo” marcaron también el sentido de un encuentro en el que se recordó, como indica Cruz, “el trabajo de Pablo y Filemón que cambió el corazón del esclavo Onésimo y le dio la auténtica libertad”.

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