OBITUARIO: Leopoldo Durán, el cura amigo de Graham Greene

(Jorge Juan Fernández Sangrador) Leopoldo Durán Justo nació el 23 de noviembre de 1917 en Penedo de Avión (Orense). Ingresó en la Congregación de la Misión (Paúles) en 1934, tras haber cursado estudios en el Seminario Menor de Ervedelo (Orense). Recibió todas las órdenes sagradas en 1943, entre los meses de junio y agosto: en Cuenca, las menores, el subdiaconado y el diaconado; en Madrid, el presbiterado. Fue ordenado sacerdote, el 15 de agosto de 1943, por monseñor Emilio Lissón, de la Congregación de la Misión, arzobispo dimisionario de Lima, quien, alejado de su sede en la Ciudad de los Virreyes, llevó una vida itinerante que bien merece ser referida en un libro biográfico.

De la tesis a la amistad

El padre Durán estuvo destinado en Salamanca, Cuenca, Marín y Orense; fuera de España, en los Estados Unidos, Italia (Roma) e Inglaterra (Potters Bar). En 1959 tramitó el Dimittimus, es decir, pidió dejar la Congregación de la Misión y solicitó la incardinación en la diócesis de Astorga. Ambas cosas le fueron concedidas. Ejerció, primero, de profesor y capellán en un colegio de Ponferrada; después, de profesor del Seminario Diocesano. Fue entonces cuando empezó a frecuentar los cursos de lengua y literatura inglesas en la Universidad Complutense de Madrid, en la que, años más tarde, sería profesor de esas materias. Jubilado de su obligaciones docentes, se retiró a Vigo, en donde, el pasado 10 de abril, falleció a la edad de 90 años.

Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma, en Literatura por el King’s College de Londres, y en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, escribió sobre el teólogo Miguel de Palacios y sobre los literatos Gerard Manley Hopkins y Edmundo Montagne, pero fue su tesis sobre La crisis del sacerdote en Graham Greene la que le proporcionó la ocasión para hacerse un nombre, no sólo por el tema, sino porque, a partir de entonces, se entabló, entre él y el novelista británico convertido al catolicismo en 1926, una amistad profunda, de la que el sacerdote orensano da cuenta en su libro Graham Greene: amigo y hermano.

En efecto, Graham Greene leyó la obra de Durán y le escribió una carta en la que le hacía algunas observaciones.  Luego, hicieron por verse. Empezaron a viajar juntos. Con el paso del tiempo, Greene escribió Monsignor Quixote, obra en la que Durán y Galicia han sido incorporados; el clérigo gallego, por su parte, publicó otros libros sobre el novelista: Estudio sobre ‘El poder y la gloria’ de Graham Greene, Los médicos con Graham Greene. Éste falleció en 1991; Durán, hace unos días, y ahora, más que nunca, podrá decir, al igual que aquel sacerdote en Twenty-One Stories: “Créeme: yo soy un hombre completamente feliz”.

 

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