La religión, una “fuerza para el progreso”

El ex primer ministro británico Tony Blair presenta su Fundación por la Fe

(María Gómez) Desde que se convirtió al catolicismo el pasado mes de diciembre, las intervenciones públicas del ex primer ministro británico, Tony Blair, han creado especial expectación cuando ha tocado temas religiosos. Unas 1.600 personas se congregaron en la londinense Catedral de Westminster, el pasado 3 de abril, donde el político presentó los objetivos de la Fundación Tony Blair por la Fe que está promoviendo como foro de diálogo entre varias religiones (cristianismo, judaísmo, Islam, hinduismo, sijinismo y budismo), “donde la gente de esas fes y de otras puedan encontrar algunas de sus tradiciones, explorar sus raíces y, sin encubrir sus diferencias, descubrir lo que comparten”, concretó.

Durante su discurso, titulado Fe y globalización (que leyó posteriormente en una conferencia en Barcelona, el 7 de abril), desgranó uno a uno los argumentos que le han motivado para impulsar esta Fundación y, aún antes, que le guían en su vida de creyente. Convencido de que la fe religiosa “es buena en sí misma” y de que “tiene un papel principal en la formación de valores que guían al mundo moderno, y puede y debe ser una fuerza para el progreso”, señaló además que “ha estado siempre en el corazón de la vida de millones de personas, como raíz de su existencia, motivo de su comportamiento, lo que da sentido a sus vidas”. “Veo Fe y Razón, Fe y Progreso, como una alianza, no como una contención”.

El político inglés no quiso caer en una perspectiva idealista de las religiones, y, lejos de ello, admitió los “actos de terror cometidos en nombre de la fe”. “Incluso donde no hay extremismo expresado con violencia, hay extremismo expresado en la idea de que la identidad de una persona no debe buscarse sólo en su fe religiosa, sino en su fe como medio de exclusión a otro que no la comparte”. En este punto, criticó la fe “como medio de exclusión”.

Aprendizaje en común

La Fundación de Blair apostará por “el aprendizaje, la vida y el trabajo con otros de diferente fe”. Para ello, llevará a cabo una serie de acciones específicas, como apoyar a las diferentes organizaciones confesionales que buscan la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, o editar diferentes materiales (libros, webs, etc.) “para educar mejor a la gente en lo referente a las diferentes fes”.

Por último, el ex primer ministro hizo un llamamiento a quienes profesan una fe religiosa para “no avergonzarse de afirmarlo y estar orgullosos de ello”. “Si la gente de diferentes fes pueden coexistir felizmente, en mutuo respeto y solidaridad, nuestro mundo también podrá”, deseó.

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