‘La Iglesia española sigue siendo generosa con América Latina’

La celebración del día de Hispanoamérica sirve para reavivar el compromiso misionero con aquellas tierras

(Marina de Miguel) “El continente de la esperanza”. Así es como la Iglesia española ha considerado y sigue haciéndolo, a América Latina. Por esa razón, la celebración, el domingo 2 de marzo, del Día de Hispanoamérica es contemplado por la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias (CEM) –previa petición de la Asamblea Plenaria del episcopado español– como una oportunidad para reforzar los estrechos vínculos existentes entre España y aquellas tierras. No en vano, el 70% de los más de 15.000 misioneros españoles se encuentran trabajando en la pastoral evangelizadora en países de América Latina.

En concreto, la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), institución nacida hace 60 años, ha cumplido allí con su compromiso de “anunciar la Buena Nueva hasta los confines de la Tierra” (Mt 28,19; Hch, 1,8). En los últimos años, más de 2.300 sacerdotes diocesanos han acudido a diversos lugares de América Latina; de éstos, todavía permanecen alrededor de 400. Según explica a Vida Nueva Anastasio Gil García, director del secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, cada año son de 12 a 18 sacerdotes diocesanos los que viajan a este continente. “España sigue siendo igual de generosa que en épocas anteriores. Aunque esta cifra es menor que en otros tiempos, también es cierto que el número de ordenaciones entonces era mucho mayor, por lo que la proporción es similar”, añade.

Esta importante labor se enriquece desde 1958 con la que desempeña la Obra de Cooperación Apostólica Seglar Hispanoamericana (OCASHA), “un don de Dios –en palabras de Gil García– que canaliza eclesialmente la vocación misionera laical, sin sustituir ni suplantar a la comunidad diocesana”.

El lema escogido para esta edición, América Latina, continente de misión, continúa la senda marcada por el principal fruto de la todavía reciente V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, desarrollada en Aparecida (Brasil) del 13 al 31 de mayo de 2007.“Es una conciencia renovada sobre la importancia decisiva de la misión ad gentes para el presente y el futuro de América Latina”, recuerda el cardenal Giovanni Battista Re, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, en el mensaje que ha hecho llegar a las diócesis españolas con motivo de esta jornada eclesial

En este sentido, recupera las palabras de Benedicto XVI en la inauguración de este encuentro –fue la primera visita pastoral de Joseph Ratzinger a América Latina– para mostrar cómo en la actualidad, más que en otros tiempos, “se debe reforzar la evangelización y ayudar a los fieles cristianos a vivir su fe con alegría y coherencia, a tomar conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo, enviados por Él al mundo para anunciar y dar testimonio de la fe y el amor”.

Esta llamada, transmitida en esta ocasión por el Día de Hispanoamérica, tiene un claro destinatario: “Todo discípulo es misionero, pues Jesús lo hace partícipe de su misión, al mismo tiempo que lo vincula a Él como amigo y hermano. De esta manera, como Él es testigo del misterio del Padre, así los discípulos son testigos de la muerte y resurrección del Señor hasta que Él vuelva”, se afirmaba en el documento conclusivo de Aparecida (ns.144-146) para indicar que la invitación es extensiva a todos, tanto a los cristianos de los países latinoamericanos como a los de otras latitudes pues, como prosigue el texto, no es una tarea opcional, sino “parte integrante de la identidad cristiana”.

‘Intercambio misionero’

“Nunca las diócesis españolas han dejado de mirar hacia aquellas queridas tierras a las que nuestros antepasados llevaron el Evangelio. Son cientos y miles de religiosos, religiosas, sacerdotes y laicos los que han ido tomando el relevo para portar la antorcha de luz y de amor del Evangelio de Jesucristo en aquel continente”, reconoce Ramón del Hoyo, obispo de Jaén y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, en el boletín editado con motivo de esta festividad. No, obstante, como se refleja en el Plan de Acción de la Comisión Episcopal de Misiones, “la Iglesia en España debe de seguir velando para que las relaciones de fraternidad y comunión entre las Iglesias en España y en América sigan teniendo la vitalidad de siempre”.

Pero España no sólo es cuna de vocaciones misioneras, sino que ha comenzado, en los últimos años, a ser destino de sacerdotes procedentes del continente americano que dejan su patria para ejercer su ministerio aquí y colaborar con la cada vez más compleja y amplia pastoral de los inmigrantes. En esta realidad que, a juicio del cardenal Giovanni Battista Re, produce un fenómeno de verdadero “intercambio misionero” que enriquece y renueva ambas culturas, se enmarcan el Tercer Congreso Misionero Americano (CAM3) y Octavo Congreso Misionero Latinoamericano (COMLA8), que se celebrarán del 12 al 17 de agosto en Quito, la capital ecuatoriana. “Es un acontecimiento eclesial que desde hace ya varios años acompaña el caminar de fe de América Latina y que reúne a numerosos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos con un objetivo común: responder a la exigencia evangélica de ‘ir por todo el mundo y proclamar la Buena Noticia a toda la Creación’ (Mc 16,15) y asumir con valentía el envío misionero”, completa el presidente.

“No podemos quedarnos a la espera pasiva en nuestros templos, sino que urge acudir en todas las direcciones para proclamar… que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados por la victoria pascual del Señor de la historia, que Él nos convoca en la Iglesia, y que quiere multiplicar el número de sus discípulos y misioneros de su Reino en nuestro continente”, se puede leer al respecto en el  Discurso Final de Aparecida.

El influjo de las sectas

La celebración del Día de Hispanoamérica en las diócesis españolas también es buen momento para alertar sobre la crisis por la que está atravesando la fe cristiana. “Las crisis internas que socavan la fe de pueblo sencillo en los pueblos de Hispanoamérica, igual que en el resto del mundo, tienen su fundamento en la falta de formación de los bautizados, ya que, aunque la mitad de los católicos viva en el continente americano, la poca presencia de agentes pastorales hace que la fe de los fieles sea precaria”, apunta Anastasio Gil García. Esta tendencia se agrava con el influjo de múltiples sectas, puesto de relieve por Camilo Lorenzo Iglesias, obispo de Astorga, en su reflexión pastoral.

Tampoco se deben obviar, según precisa el secretario de la Comisión Episcopal de Misiones, todos esos problemas sociales que hacen “casi imposible la implantación del Reino de la Justicia y la Paz en estos países”. Para solucionarlos y reavivar así el compromiso de misión de todos los bautizados, según sostiene este sacerdote, es necesario “despertar la necesidad de cooperar con la oración, el sacrificio y la aportación económica a favor de los fieles de aquellas Iglesias locales en formación”.

 

SACERDOTES DIOCESANOS ESPAÑOLES EN AMÉRICA

Países

OCSHA

Otros grupos

Total

Argentina

24

23

47

Bolivia

12

11

23

Brasil

37

36

73

Chile

30

20

50

Colombia

11

9

20

Costa Rica

6

10

16

Cuba

9

9

18

Ecuador

16

33

49

El Salvador

4

3

7

Guatemala

5

19

24

Honduras

10

8

18

México

4

25

29

Nicaragua

1

10

11

Panamá

2

6

8

Paraguay

3

3

6

Perú

96

32

128

Puerto Rico

13

51

64

Rep. Dominicana

2

13

15

USA

30

57

87

Uruguay

6

8

14

Venezuela

33

45

78

 

354

431

785

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